La Fundació Pilar i Joan Miró de Palma aprobó ayer la propuesta de nombramiento del nuevo director gerente, que será Francisco Copado Carralero (Palma, 1977).

La selección del candidato ha corrido a cargo de una comisión integrada por expertos en la materia y representantes del patronato de la fundación, ha informado esta entidad cultural dependiente del Ayuntamiento.

Copado ha destacado por su proyecto de gestión integral de la fundación, que responde a las necesidades actuales. Su planteamiento va desde la misión del museo, la gestión del fondo museístico, documentales, fondo bibliográfico, patrimonio arquitectónico y el estímulo de la investigación, la difusión y los recursos económicos, humanos y públicos.

El nuevo director gerente combina una formación de titulación universitaria y máster en gestión del Patrimonio Cultural y Museología por la Universitat de Barcelona y el conocimiento de varias lenguas: alemán, italiano, francés, catalán, castellano e inglés, además de ser conocedor del mundo del arte y la cultura contemporánea.

También ha acreditado capacidad para dirigir la gestión económica y desarrollar redes de relaciones, tanto nacionales como internacionales, con otros centros de arte, espacios de creación y organismo culturales.

Una de las novedades es que el nuevo director gerente suscribirá un contrato de alta dirección con una duración de dos años, con la posibilidad de una prórroga de dos años como máximo. La anterior convocatoria se hizo por cuatro años.

Este nombramiento deberá ser ratificado por la junta del patronato de la Fundación.

Copado sucederá en el cargo a Elvira Cámara, que finalizó contrato el pasado 31 de diciembre y que fue protagonista del caso Miró, por lo que en septiembre de 2013 decidió presentar su renuncia después de admitir que había ocultado la desaparición de una de las maquetas de la serie Gaudí del artista, que se produjo dos años antes. El Ayuntamiento de Palma entonces no admitió su dimisión. Sin embargo, Cámara sí fue amonestada por no informar durante meses de la desaparición del boceto.