Eran palabras de un vecino de butaca nada más acabar el concierto: "Me siento estafado".
No fue para tanto, pero algo de razón sí tenía el melómano. No se puede anunciar un recital de voz y violonchelo y ofrecer un recital de voz (sí) pero con un elemento sonoro que de violonchelo solamente tenía el aspecto pues todo el sonido lo elaboraba el intérprete (menos mal) con la ayuda de elementos electrónicos que lo distorsionaban. Más que un violonchelo el instrumento era un sintetizador con cuerdas.
Ura (que significa puente en albanés) era el título del primer concierto de la temporada musical de invierno que prepara CaixaForum de Palma. Ritmos étnicos, sí, melodías populares, también, armonías folklóricas, por supuesto, aunque a través de una dudosa modernidad. No debemos confundir la amplificación acústica, muy válida en ese tipo de recitales, con la electronificación. El resultado es otra cosa. Quizás válida, pero alejada del espíritu de la cultura de raíces populares.
Maria Mazzotta canta bien, con una voz de múltiples registros dice los temas tradicionales balcánicos, adriáticos, italianos? de forma especial, a veces gritando otras susurrando, intercalando ruidos, siempre genuina.
Con el aval de pertenecer a la banda de Ludovico Einaudi ya bastaría para avalar el currículum musical de Redi Hasa al violonchelo. Aunque en la propuesta que comentamos poco pudimos saber de su buen hacer con el instrumento que mejor canta de toda la orquesta. Otra vez será.
En resumen, elogiable la idea de establecer puentes entre culturas, pero mejor será hacerlo a través de puente sonoros menos experimentales.
Ura
Caixaforum de Palma
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Maria Mazzotta, voz
Redi Hasa, violonchelo
Fecha: 2 de febrero de 2016
