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Musikprotokoll

Ramon Llull se hace música en Austria

Los responsables del festival de música contemporánea de nueva creación más importante del país centroeuropeo se han enamorado de Mallorca y de su cultura y la han incorporado a su programación

De izq. a dcha., Christian Scheib, Mateu Malondra y Elke Tschaikner, ayer en Palma. manu mielniezuk

Graz, la segunda ciudad en habitantes de Austria y un referente en materia cultural, también rinde homenaje a Ramon Llull con motivo del 700 aniversario de su muerte. Lo hará a lo largo de 2016, en el que está considerado el festival de música contemporánea de nueva creación más importante del país centroeuropeo, el Musikprotokoll, una cita anual que viene celebrándose desde 1968 y que desde el año pasado presenta acento mallorquín.

Sus dos máximos responsables, Christian Scheib y Elke Tschaikner, descubrieron la isla hace dos años y a raíz de sus constantes visitas, siete hasta la fecha, el festival que dirigen se ha alimentado desde entonces de la cultura mallorquina. "Necesitaba desconectar de mi trabajo -confiesa Scheib, director artístico y gerente en la ORF, la compañía de radiodifusión pública de Austria- y la agencia de viajes me recomendó Mallorca. No conocía el lugar, más allá de la imagen que me llegaba a través de la televisión: la isla del Balneario 6. Enseguida esa imagen se evaporó y hemos acabado enamorados de Mallorca".

El casco antiguo de Ciutat y la Serra de Tramuntana fueron dos destinos que cautivaron a la pareja austriaca. En su primera visita a Valldemossa conocieron la Cartoixa y la celda de Chopin, un episodio que les llevó hasta Luis Salvador de Austria gracias a una exposición que se exhibía a pocos metros de la estancia del compositor polaco. "El archiduque apenas es conocido en Austria, por lo que nos interesamos por su figura y decidimos poner en marcha un proyecto musical, el Nixe, para nuestro festival. Nos sorprendió mucho el amor que se le tiene en Mallorca, donde hay calles e incluso vinos con su nombre", apuntan.

Así, en 2015, el Musikprotokoll, con un presupuesto que ronda los 200.000 euros y una media de 7.000 espectadores en las cuatro jornadas en las que está estructurado, incluyó un ciclo dedicado al mecenas miembro de la dinastía imperial de Habsburgo, en el que intervinieron doce compositores de distintas partes del mundo, entre ellos el palmesano Mateu Malondra Flaquer (1977).

"Buscábamos compositores o artistas sonoros con una visión científica detrás de su trabajo que estuviera relacionada con el Arxiduc, y a través de Alelí Mirelman, de Es Baluard, llegamos hasta Malondra. Su música también ha significado un descubrimiento para nosotros -asegura Scheib-. Nos seduce su versatilidad (electrónica, ensemble, orquestal, vocal) y nos interesa su música formalizada y al mismo tiempo muy colorista. Una combinación muy apasionante".

El encargo de Malondra sedujo a los espectadores de Graz, que pudieron escuchar su propuesta en una instalación consistente en un cubículo móvil de radio. No fue el único mallorquín en la pasada edición del Musikprotokoll. "Paseando por Palma escuchamos en la plaça Major a Omar Niang y nos encantó, así que le invitamos al festival", recuerda Tschaikner.

Proyectos en Palma

Los dos melómanos austriacos se sienten atraídos por la "magia" de una ciudad como Palma. "Yo quiero comprarme un piso aquí", desvela Tschaikner. "Palma tiene una mezcla perfecta: un casco antiguo bien conservado, playas cercanas y una sorprendente actividad cultural. Nos gustaría en el futuro montar algo aquí", afirman.

Su proyecto más cercano pasa por la próxima edición del Musikprotokoll, en la que Ramon Llull tendrá un papel protagonista y en la que volverá a participar Mateu Malondra junto a ocho compositores procedentes de Polonia, Estados Unidos, Eslovenia y Austria. "Estoy trabajando en una obra de tres minutos, con preludio, desarrollo y coda. Una pieza vocal que tendrá cuatro voces de un coro masculino de Viena, el Company of Music, más dos recitadores, también austríacos", señala Malondra.

"Para mí -agrega el compositor mallorquín- estar por segundo año en este festival me llena de alegría y supone todo un placer, más aún con una obra vinculada a Ramon Llull, un personaje que siempre me ha interesado".

El resultado final de Malondra, como el resto de encargos sobre Llull, se podrá escuchar a través de conciertos y en formato instalación sonora, no solo en Graz, también en Linz, la capital del estado de la Alta Austria. También está prevista la edición de un cedé.

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