Narrar una historia familiar siempre tiene un trasfondo terapéutico que en ocasiones trasciende el ámbito doméstico. Es el caso de la vida relatada y dibujada en Tante Wussi, la novela gráfica que se alzó con el último Ciutat de Palma de Cómic y que acaba de ver la luz. Katrin Bacher -guionista de la historia- ha reconstruido en primera persona retazos de la biografía de su tía-abuela, que huyó junto a su familia del nazismo en Alemania poniendo rumbo a Mallorca, donde les sorprendió una guerra civil y la posterior dictadura franquista. La huida a la isla mediterránea se convirtió pronto en un retorno a tierras germanas, donde le aguardaban algunos de los peores episodios de su vida debido al origen judío de su madre.
El punto de arranque de la novela, editada por Astiberri en castellano y por Dolmen en catalán, es el de la tía Wussi cuando era pequeña: su vida en Alemania, la descripción de su madre -judía convertida al catolicismo-, su amistad con una prima que un día desapareció porque se la llevaron a un campo de concentración, el miedo, la necesidad de estar siempre escondido... "No es fácil contar cuestiones familiares", comenta el dibujante Tyto Alba, tándem con Bacher en esta publicación. "Por ello, hemos optado por hacerlo todo lo más real posible", apunta, "sin inventar nada". Aunque es cierto, reconoce, que algunas de las escenas más dramáticas están enfatizadas.
El rigor de la narración obligó a los autores, afincados en Barcelona, a documentarse en grandes dosis. Leyeron mucho material biográfico de alemanes que vivían en aquellos años en Palma y accedieron a los archivos históricos de Karlsruhe, la ciudad de Katrin Bacher. "Ella también entrevistó a su tía-abuela, que ahora vive en Bunyola", explica Alba. "Asimismo fuimos a visitar Hausen, el pueblo donde se escondió de los nazis durante una buena temporada", señala el dibujante, que confiesa haber trabajado sobre fotografías para dar forma a los escenarios del cómic.
Para Alba, otro de los puntos interesantes del álbum es que se aleja de la historias típicas de supervivientes del Holocausto. "La protagonista vive dos guerras pero no ha estado en campos de concentración, aunque sí conoce de cerca a gente que estuvo. Por otra parte, no es judía sino que su madre es de origen judío", detalla. "Es decir, es la historia de una situación intermedia, que quizá son las que menos se han contado tanto en el cine como en la literatura", agrega.
Contrarresta el horror de este ejercicio de memoria histórica la belleza y poesía de las imágenes, coloreadas en acuarela, "técnica ideal para los recuerdos: la tinta aguada difumina y sugiere", concluye Alba.
