El grunge (o 'sonido Seattle) es un subgénero del rock alternativo que dominó el mundo durante el primer lustro de la década de los noventa del siglo pasado, gracias a la gran popularidad que alcanzaron bandas como Nirvana, Pearl Jam, Soundgarden, Alice in Chains, Stone Temple Pilots y Mudhoney, entre muchas otras entre las que no podemos olvidar a las pioneras Green River o The Melvins.

Con sus guitarras distorsionadas, sus atmósferas densas y opresivas y su rabia permanente, el grunge se convirtió en la banda sonora para toda una generación que, a través de estas bandas, adquiría cierta conciencia de colectividad y luchaba contra el descontento inherente a la juventud, gracias también a unas letras en muchas ocasiones oscuras y desesperadas, repletas de desencanto y apatía, cercanas al nihilismo.

Con el grunge en la cima de su popularidad, con multitud de bandas en las primeras posiciones de las listas de éxito de todo el mundo y con sus vídeos constantemente en la (entonces influyente) MTV, llegó el triste suicidio de Kurt Cobain en abril de 1994 y ya nada pudo ser igual.

El líder de Nirvana se convirtió en rostro de toda una generación de músicos que luchó a través de sus canciones por encontrar su lugar en el mundo. Algo que en algunos dramáticos casos los protagonistas no llegaron a conseguir, pues los excesos cometidos con las drogas como vía de escapismo terminaron cobrándose un precio muy alto más temprano o más tarde, con Scott Weiland como último caso.

Repasamos a continuación a los ídolos muertos del grunge, una generación de alguna maldita y marcada por los excesos.

Andrew Wood

Antes incluso de que el grunge estallara desde Seattle, ahí estaba Andrew Wood cantando con Malfunkshun y Mother Love Bone, bandas absolutamente seminales del movimiento que terminaría dominando el mundo en el primer lustro de los noventa. Pero Andrew, que fue compañero de piso de Chris Cornell de Soundgarden, no pudo disfrutarlo porque falleció de sobredosis en 1990.

Tras su muerte, Chris Cornell le escribió dos canciones (Say hello 2 heaven y Reach Down). Posteriormente, Cornell junto con dos ex miembros de Mother Love Bone (Stone Gossard y Jeff Ament), dos amigos de éstos últimos (Eddie Vedder y Mike McCready) y Matt Cameron (compañero de Chris Cornell en Soundgarden) grabaron un disco homenaje como Temple Of The Dog (nombre sacado de la canción Man Of Golden Words de Mother Love Bone).

La relevancia de Wood como precursor queda clara si recordamos que en 1991 Gossard, Ament, Vedder y McCready editaron el primer álbum de una banda esencial del grunge, Pearl Jam. Por su parte, Cornell y Cameron siguieron con Soundgarden hasta 1997, año en que la banda se separó por primera vez (ahora están reunificados). Cameron se unió a Pearl Jam en 1998 y sigue en la actualidad.

Kurt Cobain

Si Andrew Wood es el 'primer fallecido del grunge', Kurt Cobain fue el que señaló un punto de inflexión en el movimiento con su (turbio) suicidio en abril de 1994, después de años de drogas, borracheras e ingresos hospitalarios. Con su muerte, el líder de Nirvana pasó (muy a su pesar) de ser un ídolo a ser un icono generacional, convirtiéndose en líder del grunge en particular y del rock alternativo en general.

Shannon Hoon

Sin ser una banda estrictamente grunge, Blind Melon sí fueron compañeros de época y de generación, manteniendo un contacto directo con todo el movimiento. De hecho, buena parte de su éxito se debe a la pujanza de las bandas ya mencionadas. Los problemas con las drogas de su vocalista, Shannon Hoon, se hacían evidentes en las actuaciones hasta que todo acabó en octubre de 1995, cuando el resto del grupo le encontró muerto en el autobús de gira en Nueva Orleans.

Jonathan Melvoin

The Smashing Pumpkins pertenecían desde el inicio al sector más aperturista del grunge, debido sobre todo al genio creativo sin límites de su líder Billy Corgan. El grupo vivió su propia tragedia con la muerte en 1996 de su teclista de directo, Jonathan Melvoin, por una sobredosis en un hotel de Nueva York junto al baterista Jimmy Chamberlin (que fue despedido de manera fulminante).

Lane Staley y Mike Starr

Alice in Chains ha sido un grupo especialmente castigado por la muerte. Primero con el carismático e inquietante vocalista Lane Staley, encontrado muerto en su casa por una dosis letal de speedball (heroína y cocaína) a los 34 años en 2002, después de lustros de lucha severa contra su adicción a las drogas. Como dato especialmente escalofriante, recalcar que Staley murió el 5 de abril de 2002, exactamente ocho años después del fallecimiento de Kurt Cobain el 5 de abril de 1994.

Un final igualmente desolador tuvo Mike Starr, bajista fundador de Alice in Chains, grupo en el que tocó desde 1987 hasta 1993 (abandonó, pues, justo antes del éxito masivo). La policía de Salt Lake City encontró su cuerpo sin vida en marzo de 2011. Starr tenía tan solo 44 años y había tratado de rehabilitarse en varias ocasiones, pero la autopsia determinó que una sobredosis de medicinas recetadas había sido la causa de la muerte.

Mark Sandman

Morphine fue una banda de Massachusetts activa durante toda la década de los noventa y liderada por Mark Sandman. Nunca lograron dar el salto de popularidad, pero contaron con gran seguimiento en los circuitos del rock alternativo. Sufrió un infarto que le provocó la muerte en 1999 durante un concierto en Italia, algo que se relacionó con su fuerte adicción al tabaco, al estrés y la alta temperatura del local.

Scott Weiland

Cuando el vocalista Scott Weiland salió de Velvet Revolver en 2008, el guitarrista Slash habló entonces de "comportamiento impredecible en el escenario y problemas personales". Sirva esta elegante manera de decir las cosas para resumir una vida repleta de excesos, de vicios y de entradas y salidas de rehabilitación. Al también ex de Stone Temple Pilots le encontró la muerte este 4 de diciembre en plena gira con su nueva banda de The Wildabouts, cuando parecía que pasaba una buena época.