El grupo musical Forats Negres, precursor de la nueva ola mallorquina en la década de los 80 y laboratorio de ideas de artistas como Miquel Barceló, Aina Bonner o Rafel Joan, quienes incluían en sus directos proyecciones de imágenes a modo de escenografía, recibirá un homenaje el próximo día 17 en el Teatre Mar i Terra de Sant Magí (21 horas, 5 euros la entrada).
Un tributo que reunirá al cuarteto en el teatro, aunque no todos sus integrantes se subirán al escenario. De los cuatro, está confirmada la actuación del batería, Mané Capilla, junto a Negrei3colors y Toni Cobretti. Entre el público se espera al resto de la formación original: Pere Pla (guitarra y voz), Biel Pons (teclados y bajo) y Alfred Mestre (guitarra).
El motivo de este merecido homenaje a este grupo liderado por Pere Pla, quien antes de formar Forats Negres militó como Aeroplá y con la banda Peganyes, es la publicación de un vinilo a cargo del sello Espora. Un disco que recupera la única maqueta que Forats Negre grabó, en 1981, con Toni Fernández, antes de que este creara su estudio de grabación en Son Rapinya.
"Aquella maqueta nunca tuvo mucha difusión, más allá del círculo de amistades del grupo", recuerda Mané Capilla, que interpretará en el Mar i Terra una de sus canciones, El hombre horizontal, la única en castellano de la grabación -el resto suenan en inglés-.
Forats Negres asomó la cabeza como grupo en las cocheras de Ses Voltes. Un recinto en el que, a inicios de los 80, "después de que lo dejaran los militares, se respiraba un ambiente muy cultural. Mientras ensayábamos Rafel Joan hacía los bocetos de las imágenes que luego proyectaba en los conciertos. Una vez al mes se montaba una fiesta y tocaban los grupos de Ses Voltes, como Peor Imposible, que también eran habituales del lugar", relata.
A lo largo de su breve pero intensa trayectoria, dos años, Forats Negres dejó huella, con conciertos en Felanitx, la plaza de toros de Palma, la discoteca Chrysalis de sa Pobla o como teloneros de Mecano ante 8.000 personas.
"Musicalmente estábamos más en consonancia con grupos de Estados Unidos e Inglaterra, como Brian Eno o Talking Heads, que con la escena local", señala Capilla.
El grupo, que siempre vestía de blanco, gastaba un "aire psicodélico" y buscaba con sus canciones "nuevos caminos musicales".
"La respuesta del público fue buena, rompimos con la escena y al estar en otra onda, sorprendíamos", reconoce Capilla.
De las cenizas de Forats Negres nació Furnish Time, una de las bandas capitales del pop rock mallorquín, con Pere Pla, Biel Pons y Capilla en sus filas. Pero esa es otra historia.
