La vicepresidenta primera del Gobierno, Maria Teresa Fernández de la Vega, ha anunciado en Barcelona que España aportará 100 millones de euros adicionales de aquí a 2012 con el objetivo de "reforzar los esfuerzos tempranos" en la lucha contra el cambio climático.

El anuncio lo ha hecho después de que la Unión Europea (UE) fijara en 100.000 millones de euros la cantidad necesaria hasta 2020 que se debería invertir en los países en vías de desarrollo para que adopten un modelo de crecimiento más sostenible.

De la Vega ha hecho estas declaraciones en la inauguración esta mañana de la conferencia sobre cambio climático que se celebra esta semana en Barcelona, con la presencia de cerca de 4.000 representantes de unos 180 países, en una intervención en la que ha defendido la necesidad de tomar medidas inmediatas porque "no hay razón ni excusa para un fracaso" que, de producirse, "sería catastrófico" para el planeta.

El anuncio de De la Vega se produce de forma unilateral, después de que la semana pasada la UE llegara a un principio de acuerdo para que, en caso de lograr un acuerdo en Copenhague, Europa empiece de manera inmediata a aportar una cantidad hasta 2012 de entre 500 y 2.100 millones, por lo que la aportación española sería significativa.

La vicepresidenta ha constatado que en la actualidad se navega en "aguas agitadas" en cuanto al futuro de la Tierra y que el cambio climático es "el mayor reto" al que se ha enfrentado jamás la humanidad, con la particularidad de que en esta ocasión se ha cuantificado la magnitud del problema y sería muy peligroso sobrepasar la "línea roja" de que las temperaturas subieran dos grados centígrados de media cada año.

De la Vega ha asegurado que durante el año pasado se invirtieron en el mundo en energías renovables 120.000 millones de dólares, de los que España fue el segundo mayor inversor. Asimismo, ha señalado que en las próximas dos décadas se invertirán en este mercado casi 5 billones de dólares a nivel planetario, algo que creará "millones" de empleos.

La UE ya ha avanzado que reducirá un 20% sus emisiones de CO2 en 2020, si bien podría comprometerse hasta el 30%. De la Vega señaló que sería necesario un 50% en 2050 a nivel global, y que para ello los países industrializados deberían reducir entre un 80 y un 95% sus emisiones en esa fecha.

La vicepresidenta ha garantizado además que esta problemática será una de las prioridades de la presidencia española de la UE, que se inicia en 2010, al tiempo que ha dicho que, aunque no es sencillo llegar a compromisos, "no hay espacio para el fracaso" ni un "plan B".

La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, ha ratificado el anuncio de De la Vega en declaraciones a los periodistas asegurando que se trata de un "compromiso adicional" para ayudar a los países con menos recursos económicos en su "tránsito hacia una economía más sostenible".

Dicha ayuda se vinculará a proyectos concretos que tengan que ver con la gestión del agua o con la lucha contra la deforestación, preferentemente, si bien se deberá concretar en un futuro, ha precisado.

Durante la inauguración, el presidente de la Generalitat, José Montilla, ha señalado la importancia de que se reconozca el papel de los gobiernos subestatales y locales, por ser los que aplican las decisiones concretas de lucha contra el cambio climático, y ha animado a los representantes a que trabajen para lograr un buen acuerdo, ya que de eso dependerá la "herencia" que le quede a las generaciones futuras.

En la misma línea se ha manifestado la ministra de Medio Ambiente de Dinamarca, Connie Hedegaard, quien ha especificado que aunque "queda mucho camino por recorrer", la cita de Barcelona será básica para que se adopten posiciones claras para que los políticos puedan decidir finalmente en la cita de Copenhague del próximo mes. "El mundo ya no puede esperar más. Forjar un acuerdo no es fácil, pero no será más fácil el próximo año", remachó.