En una entrevista con EFE, Espinal aseguró que acabar con lo que definió como "una auténtica pandemia mundial" será factible en algo más de cuarenta años "si se aportan los recursos necesarios", según las metas establecidas por la Alianza Alto a la Tuberculosis de la OMS.

Por el momento, los objetivos más próximos son lograr, para el año 2015, la disminución de hasta un 50 por ciento de la mortalidad provocada por esta dolencia, así como la reducción, también a la mitad, de la prevalencia de esta patología.

Según este experto, la tuberculosis afecta en todo el mundo a 9 millones de personas cada año, de las que 1,7 millones fallecen, mientras que 2.000 millones de individuos son portadores del bacilo, aunque no hayan desarrollado la enfermedad.

Recientemente, la OMS publicó un estudio en el que se constataba un preocupante aumento de la tuberculosis resistente a los fármacos, algo que el doctor considera uno de los "desafíos principales" de los expertos sanitarios.

La organización calcula que cada año se producen en todo el mundo cerca de medio millón de nuevos casos de tuberculosis multirresistente, lo que supone aproximadamente un 5 por ciento de los casos que se diagnostican cada año.

Espinal explicó que es en Europa del Este donde se constata la multirresistencia más severa, pero este problema "tiene que importar también en España", debido a la inmigración y a los negocios con países en los que se registra una muy elevada incidencia, como es el caso de Latinoamérica o las regiones del Norte de África, subrayó.

Aunque señaló que la pobreza es una de las causas fundamentales de ese aumento, hay otros factores que inciden en la afección por tuberculosis que no son específicos de países subdesarrollados o en vías de desarrollo, como la contaminación o el virus VIH.

Así, insistió en que esta "no es una enfermedad de países pobres, sino que también afecta a los países de Europa occidental".

De hecho, según las estimaciones de la OMS, en España hay, hoy en día, unos 13.000 casos de tuberculosis, lo que supone una tasa de 30 casos por cada 100.000 habitantes, si bien su incidencia varía dependiendo de las regiones, matizó.

Para evitar una posible epidemia de tuberculosis resistente, "los países deben asumir sus responsabilidades políticas y poner los recursos necesarios", algo que contradice la dinámica que siempre se ha mantenido, según Espinal, en relación con este problema.

A este respecto, denunció la "falta de atención de los líderes mundiales", apuntando que "la vacuna actual contra la enfermedad tiene más de 100 años, las pruebas en países endémicos también y el último fármaco descubierto data de hace más de 50 años".

El experto recordó que el programa STOP TB, del que Espinal es secretario ejecutivo, desarrolla la Estrategia Alto a la Tuberculosis, para la que se destina un presupuesto de 55.000 millones de dólares a ejecutar en 10 años, "una cuantía que no es tan elevada si se compara con las inversiones anuales en material bélico y nuclear", sentenció el doctor.

Preguntado por si existe la creencia genérica de que la tuberculosis es una enfermedad del siglo XIX, el experto señaló que "la sociedad civil aún no es consciente de la importancia de esta dolencia" actualmente, tanto por su incidencia como por su gravedad.

"Podemos estar ante una enfermedad devastadora si no ponemos los recursos necesarios", y su erradicación "es una responsabilidad de todo el mundo". "Todos pueden aportar su grano de arena", concluyó.