Esta erupción es conocida por los científicos por haber eyectado gran cantidad de sulfuro a la atmósfera. Paralelamente, tres estudios diferentes han mostrado que el año inmediatamente posterior, 1601, fue excepcionalmente frío, pero no se habían documentado hasta ahora sus efectos. "Sabíamos que hubo una gran erupción, que fue un año frío, pero eso era todo", declaró Ken Verosub, profesor de Geología de esta universidad.

El sulfuro reacciona con el agua en el aire formando gotitas de ácido sulfúrico, que en grandes cantidades provocan en la atmósfera un enfriamiento al reducir la cantidad de luz solar que alcanza la superficie. Pero estas gotitas terminan disipándose y su efecto sólo se prolonga durante alrededor de un año.

Verosub y su equipo combinaron registros históricos de la época tanto de Europa, como de China y Japoón, asi como de las colonias americanas de España y Portugal y de Filipinas, para buscar información sobre cambios en agricultura, el clima y también hallar consecuencias sociopolíticas.

LA HAMBRUNA QUE DERROCO AL ZAR BORIS I

Pues bien. En Rusia, el bieno 1601-1603 provocó la peor hambruna en la historia del país, hasta el punto de que el zar reinante, Boris I, terminó siendo derrocado. Los registros en Suiza, Lituania y Estonia indcian inviernos excepcionalmente fríos entre 1600 y 1602; en Francia la cosecha de vino de 1601 se retrasó, y la producción en Alemania se vino abajo, al igual que en el Perú. En China, los árboles florecieron demasiado tarde, y en Japón el Lago Suwa se heló en invierno antes que nunca en un periodo de 500 años.

"Hasta cierto punto, no podemos probar que el volcán fuese responsable de todo esto. Pero sí hemos constatado que 1601 fue un año llamativamente frío en conexión con ese evento", según declaraciones de este científico recogidas por otr/press en la web de la UC Davis.

Entre otras erupciones similares que podrían haber afectado de forma a la vida humana en todo el planeta destacan la del Tambora en Indonesia en 1815, cuya secuela en la agricultura europea ha quedado muy documentada. Verosub estima que una erupción volcánica de esta magnitud puede producirse cada 200 años aproximadamente, lo que aumenta la posibilidad de pueda reproducirse en la primera mitad de este siglo.