La lucha multilateral, la alineación de políticas y la transversalización de la cuestión climática son esenciales para garantizar la eficacia del Acuerdo de París, según varios expertos reunidos este martes en la jornada 'El compromiso de nuestras naciones frente a la crisis climática' con motivo del 5º aniversario de la adopción del Acuerdo de París.

Los ponentes han realizado un "balance de las implicaciones del Acuerdo de París y de la situación que atraviesa la lucha contra la crisis climática", además de abordar "los grandes desafíos medioambientales y sociales a los que se enfrentan las naciones en el actual contexto de emergencia sanitaria mundial".

El encuentro digital, organizado por la Embajada de Francia en España y el Institut Français de España, ha contado con la participación del embajador de Francia en España, Jean-Michel CASA; la presidenta del Foro de Transiciones y profesora colaboradora de la Cátedra Unesco de Educación Ambiental y Desarrollo Sostenible de la UNED, Yayo Herrero; el ex consejero del Ministerio francés de Medio Ambiente, Gilles Boeuf y el presidente de la Comisión de Transición Ecológica en el Congreso, Juan Antonio López de Uralde.

"Existen antecedentes históricos de acuerdos que han resultado eficaces", pero "a diferencia de otros acuerdos ambientales, el Acuerdo de París no está logrando los resultados esperados", de hecho "la emisión de gases de efecto invernadero ha continuado aumentando", ha señalado López de Uralde.

La actividad de la industria de combustibles fósiles, los lobbys que impiden el avance de la legislación ambiental o el negacionismo, auspiciado desde algunos medios de comunicación, son algunos de los factores que han contribuido a la reducción de su eficacia. Sin embargo, en los últimos años "elementos sociales decisivos", como la aparición del movimiento Fridays For Future, han propiciado un cambio en la percepción de la opinión pública, ha asegurado.

Boeuf ha advertido que no debemos caer en la "ecoansiedad", pero sí "tomar conciencia de que las vidas de todas las especies están interconectadas y que habitamos un espacio natural del que formamos parte", por lo que "no podemos aceptar un paradigma económico que da la espalda a la vida".

Según Boeuf, el sistema agroalimentario actual, que promueve el low cost en materia de alimentación, y el transporte aéreo masivo representan dos de las mayores amenazas de un "estilo de vida insostenible". "El ser humano no ha creado el virus, pero sí las condiciones para que se produzca una pandemia", ha destacado Boeuf, quien ha señalado "la destrucción de la biodiversidad y la inacción de los gobiernos frente al cambio climático" como desencadenantes.

Los expertos han coincidido en la urgencia de una "mayor implicación por parte de las empresas" y en el papel de la clase política para "anticiparse a los cambios", pues tal y como asegura Boeuf: "no es posible una transformación profunda de la sociedad sin la plena colaboración de los poderes económicos".

En este sentido, Herrero ha señalado que "la necesaria disminución de la escala material de la economía y la aplicación de las medidas adecuadas para revertir la crisis climática" colisionan con "los intereses económicos de las élites, que obtienen beneficios rentabilizando la desigualdad" y ha incidido en la importancia de "transitar hacia un modelo de vida basado en la austeridad".

Así, Herrero ha mostrado su preocupación por "una transición energética que no incorpore la perspectiva de justicia internacional y no tenga en cuenta los procesos de expulsión de personas de sus territorios a causa del extractivismo". "El modelo económico actual es un modelo suicida, pues se desarrolla en contra de las posibilidades de supervivencia humana y de otras especies", ha puntualizado.

Los participantes también han hecho hincapié en "la disputa por la hegemonía cultural" y en la necesidad de "conectar culturalmente con mayorías sociales de tal modo que los cambios sean deseados y no se conciban como una imposición".