España será uno de los países de la Unión Europea (UE) que más sufrirá las consecuencias de la crisis climática si no se mitigan "con urgencia" las emisiones de gases de efecto invernadero, según un informe presentado este jueves por la Comisión Europea.

"El potencial impacto del cambio climático muestra una clara división norte-sur, siendo las regiones del sur de Europa mucho más afectadas por los efectos del calor extremo, la escasez de agua, la sequía, los incendios forestales y las pérdidas agrícolas", subraya el informe, titulado "Estudio Peseta IV".

Los investigadores encargados del estudio explicaron que, actualmente, la temperatura global es un grado más alta que en la era preindustrial, un hecho que, de no revertirse con las estrategias de mitigación adecuadas, podría agravarse aumentando la temperatura global hasta tres grados a finales de siglo.

Frente a este panorama, el objetivo principal del estudio Peseta IV es "comprender mejor las implicaciones del cambio climático para la UE", identificar qué sectores y regiones de la UE podrían verse más afectados y explorar las "opciones de mitigación y adaptación" que pueden evitar los efectos adversos del cambio climático.

Falta de recursos hídricos

Actualmente hay alrededor de 52 millones de personas en la UE y el Reino Unido que viven en regiones con escasez de agua, lo que equivale al 11 % de la población de ese territorio.

La mayoría de las personas expuestas al estrés hídrico viven en países del sur de Europa, siendo España la que concentra el porcentaje más amplio: 22 millones de personas, es decir, casi el 50 % de la población nacional.

Además, en el caso de que la temperatura global aumentara, España sufriría el mayor aumento absoluto en el número de personas que viven en áreas con recursos hídricos bajo estrés, que alcanzaría los 29 millones.

Incendios forestales

En los últimos años, los grandes incendios forestales han afectado repetidamente a Europa, siendo los países mediterráneos los más propensos a sufrirlos (actualmente representan alrededor del 85 % del área total quemada en Europa).

España es el segundo país del Mediterráneo -solo por detrás de Portugal- con más incendios forestales cada año, con 12.000 siniestros y cerca de 100.000 hectáreas de media calcinadas, según el informe "Arde el Mediterráneo" presentado el pasado julio por la organización ecologista WWF.

En el primer semestre de 2019, el número de incendios registrados en la UE fue tres veces mayor que el promedio en la última década, por lo que el informe alerta de que si el calentamiento global continúa, el porcentaje de personas expuestas a niveles altos de peligrosidad por fuego extremo crecería un 24 %.

Impacto en la agricultura

Los períodos extremos de clima seco y cálido experimentados en los últimos años han reducido la producción agrícola en importantes regiones de cultivo en Europa.

Los impactos más severos en cultivos como el del maíz los experimentará, de nuevo, el sur de Europa, donde las pérdidas de cosecha podrían alcanzar hasta el 80 % en países como España, Portugal, Bulgaria y Grecia.

La necesidad de políticas de mitigación

Frente a estos datos, los investigadores recuerdan que "todos los impactos climáticos considerados se reducirían significativamente con políticas de mitigación como las del Acuerdo de París".

Según sus cálculos, una lucha coordinada y efectiva contra la emergencia climática conseguiría la reducción de 60.000 muertes anuales por olas de calor y del 50 % en las zonas afectadas por el estrés hídrico.

Las pérdidas anuales por sequía descenderían en 20.000 millones de euros, alrededor de 230.000 personas menos estarían expuestas a inundaciones anualmente y las pérdidas de bienestar podrían reducirse en un 75 %.

"El cambio climático es una de las mayores amenazas para la humanidad", subraya el informe, que apuesta por "esforzarse para mantener nuestro planeta sano".