Las teorías conspirativas siempre han existido, tanto en cuanto a las causas de las muertes de famosos como con la pandemia, incluso relacionadas con alienígenas o gente que afirma que la tierra es plana.

Ahora, con la entrada masiva de polvo que llega desde África, han surgido negacionistas de la calima.

Varias personas afirman que el polvo sahariano no es real por algunas de sus propiedades y las redes sociales han hecho de altavoz:

Una twittera se pregunta "¿Desde cuándo la arena se mezcla con el agua?", comentando incluso que se asemeja más a "polvo de ladrillo" que a polvo del Sáhara. Algunos usuarios han intentado explicar que la arena puede tener distintas densidades y que no actúa como la arena de la playa. Aunque algunos le han dado la razón, otros han insistido en las conspiraciones.

Un usuario ha intentado buscar una explicación y ha dicho que la geoingeniería terrestre estaba provocando la calima con unas máquinas que lanzan polvo de metales pesados.

Incluso ha empezado a difundirse de forma masiva un vídeo por WhatsApp que afirma que el polvo se imanta.

El verdadero origen de la calima

La Aemet apunta que la Borrasca Celia es responsable de la entrada masiva de polvo y temperaturas relativamente altas en la Península y Baleares. Las predicciones meteorológicas apuntan que este fenómeno nos acompañará hasta el próximo jueves. Hasta entonces y durante estos días, la concentración de polvo en suspensión será elevada, muy por encima de los umbrales que la OMS considera seguros y, por tanto, la calidad del aire será muy mala en gran parte de la Península.

Esta calima que llega desde África también tiene trazas de sustancias químicas contaminantes. Así lo afirman dos equipos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Aunque no son cantidades preocupantes, un profesor de la Universidad de Caen, en Francia, ha detectado que las lluvias de barrio pueden contener cesio 137, un isótopo radioactivo que procede de las pruebas nucleares francesas realizadas en los años sesenta en el sur de Argelia.