La serie 'Los Simpson' ha sido frecuentemente noticia por predecir o apuntar en sus capítulos hechos que al final han acabado sucediendo: ocurrió con la llegada de Donald Trump a la presidencia de EEUU, con el ganador de un Nobel de Economía e incluso con el final de 'Juego de tronos'. Pero ahora, cuando estamos en plena epidemia de coronavirus, Astérix se le ha adelantado: el galo más famoso del cómic ya se enfrentó con Coronavirus en el libro 'Astérix en Italia', publicado en el 2017.

En esa entrega, que casualmente también tiene como marco escénico Italia, uno de los países más afectados por el coronavirus, Astérix y Obélix participan en una carrera de cuádrigas en la que compiten con una malvado personaje enmascarado llamado Coronavirus.

En la carrera, que recorre toda Italia, Astérix y Obélix viven mil tropiezos hasta la etapa final, en la que Coronavirus les supera. Sin embargo, este personaje enmascarado sufre un accidente cerca de la meta y al final ganan, una vez más, los galos. Al quitarse la máscara, resulta que Coronavirus es en realidad el emperador Julio César, que quería asegurarse de que un romano ganara la carrera.

La historia del malvado personaje

El guionista de 'Astérix en Italia', Jean-Yves Ferri explicaba a El Periódico en el 2017, cuando se publicó este cómic, que en esta ocasión había dado el personaje del malo al enmascarado romano Coronavirus, identidad bajo la que se oculta Julio César. Contaba Ferri, que aquí César no era tan malo como siempre, bueno, según se mire: "Le hemos dado una dimensión política, es un demagogo. Se queda con la gloria y los aplausos aunque no es él el que ha ganado. Eso lo saben hacer perfectamente los políticos".

De hecho, la carrera es fruto de la corrupción en el Senado romano, una cortina de humo para tapar un desvío para sufragar orgías de los fondos destinado a arreglar las vías romanas, llenas de socavones. "Lo escribí cuando aquí hubo el caso Fillon, ahora ya algo olvidado", revela Ferri.

Y ¿qué oculta la máscara del villano Coronavirus? "El malo enmascarado es un clásico del cómic. Oculta el vacío, es una metáfora de la vacuidad de la competición, de que detrás de un gran campeón al que adula toda la gente no hay gran cosa", explicaba Ferri.