La pareja británica que la semana pasada fue grabada mientras copulaba durante una hora en un vuelo Manchester-Ibiza se conoció en el avión, revela el rotativo sensacionalista británico Daily Mail.

El vídeo, que se compartió rápidamente en internet y se convirtió en viral, con decenas de miles de reproducciones, fue registrado por varios pasajeros que atónitos, no podían dar crédito a lo que veían, mientras la joven pareja hacía el amor y reía.

El rotativo británico cuenta ahora que él se llama Shaun Edmonson, que tiene 31 años de edad, es originario de Windermere, en el condado de Cumbría y se dirigía a Ibiza para trabajar como barman durante la temporada de verano, mientras su novia, Jenna Ross, de 31 años, origen candadiense y embarazada de seis meses, le esperaba en Inglaterra para contraer matrimonio a la vuelta. Además, el rotativo apunta que el joven grabado copulando en pleno vuelo está prometido desde hace seis años, aunque, según el testimonio de un amigo, "tiene fama de mujeriego".

Kieran Williams, uno de los pasajeros que grabó la escena, cuenta al periódico británico que creyó que la pareja estaba bromeando cuando Shaun Edmonson pidió un preservativo y vaselina al resto de los pasajeros.

"Todos nos reímos en aquel momento, pero luego en diez minutos empezaron a copular. Parecían tan borrachos que llamaron mucho la atención. Podías ver a la chica quitándose los pantalones y las bragas. Y la tripulación no dijo nada para detener a la pareja", relata Williams, que a la vez admite que no podía dejar escapar la ocasión de grabar la escena con su teléfono.

Shaun Edmonson ha vuelto ya a Inglaterra, pero ante la presión de la prensa, se ha escondido en su casa y ni siquiera se ha puesto en contacto con su familia y amigos. La historia le ha superado.

La mujer que que fue filmada haciendo el amor locamente con él sí ha hablado. "Esta historia me está mortificando. Estoy muy avergonzada. En realidad no estábamos haciendo el amor. Sólo se trataba de un baile erótico", ha dicho Tracey Bolton, de 39 años, natural de Lancashire, en el Norte de Inglaterra, intentando salir del paso. Es madre de tres hijos, propietaria de un bar. Y ahora no sabe como escapar de una historia que las redes sociales han puesto en el escaparate mundial, mientras la compañía Ryanair ha abierto una investigación y promete tomar medidas contra quien permitió que esta escena de sexo a nueve mil pies se produjera sin la inervención de la tripulación.