El zoo de Belgrado vive una mala época. Hace unos días, un turista que visitó el lugar grabó cómo un oso polar intentaba levantarse con enormes dificultades por su precario estado de salud. El animal estaba sucio y se encontraba sin fuerzas.

El turista, enfadado por lo que vieron sus ojos, criticó la situación asegurando que el animal estaba rodeado de excrementos y agua sucia, "llena de bacterias e infecciones".