Son varias las semanas en las que investigadores y científicos del mundo entero llevan alertando ante lo que la variante Delta del coronavirus estaba por traer.

Infecciones masivas, aumento del número de los contagios, mayor transmisibilidadReino Unido dio la voz de alarma informando de un aumento exponencial de los contagios a causa de esta mutación del virus e Israel confirmó los peores augurios con los datos que afirmaban que el 40% de los contagios por Delta habían sido en personas ya vacunadas.

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Esta mutación del coronavirus, la Delta, fue la que se detectó por vez primera en la India y que provocó un aumento exponencial e incontrolable del número de casos en aquel país.

La Delta ha llegado incluso a agotar las reservas de bombonas de oxígeno en varios hospitales de la India.

Uno de los mayores peligros de esta variante es la mayor transmisibilidad.

Qué dice la ciencia

Los científicos han informado de ello desde la secuenciación inicial que hizo saltar las alarmas y la Organización Mundial de la Salud (OMS) la calificó como«variante de preocupación mundial» a principios del mes de mayo.

Las autoridades sanitarias españolas confirmaban esas informaciones: Elena Andradas, directora general de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, afirmaba que «esta variante es un 60% más transmisible que el resto».

La carrera de la estrategia mundial de vacunación no es suficiente. El motivo más claro es el que ha hecho indicar a un nutrido grupo de científicos británicos que la variante Delta acaba contagiando de forma más grave que el resto incluso en personas a las que se les ha inoculado la primera dosis de la vacuna.

Disminuir al máximo el número de casos

Para paliar el déficit que indica el Doctor Stephen Griffin, de la Universidad de Leeds, se hace imprescindible aumentar los esfuerzos y las barreras para evitar los contagios.

Es fundamental mantener muy bajos los nuevos casos para que la variante Delta no acabe colapsando, de nuevo, la sanidad mundial.

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En este momento en el que España, entre otros muchos países del mundo, ha levantado la obligatoriedad en el uso de mascarillas, al menos, al aire libre, se hace más importante que nunca, si cabe, extremar las precauciones.

Y es que, según datos de las autoridades sanitarias australianas, la variante Delta del coronavirus puede llegar a contagiarse en cuestión de segundos. Concretamente en un período de entre cinco y diez segundos, si se dan todas las circunstancias necesarias para ellos.

Desde el inicio de la pandemia se ha hablado desde las autoridades de un tiempo de exposición mínimo a la COVID-19 de quince minutos para acabar siendo contagiado.

La evolución del virus es ahora increíble en el sentido de la transmisibilidad.

En Sydney, donde no existe obligación de uso de la mascarilla, se impuso este sábado un cierre total de la ciudad durante al menos dos semanas después de haber registrados varios brotes por culpa de la variante Delta del coronavirus.

No se quite la mascarilla

Este aumento de la propagación del virus puede deberse, según expertos del Grupo Asesor Científico para Emergencias del Reino Unido a dos aspectos:

Estos son los motivos que hacen a la Organización Mundial de la Salud (OMS) pedir a la población mundial, aunque se trata de personas ya vacunadas, que sigan haciendo uso de la mascarilla en todo momento.

La mascarilla se ha confirmado como la barrera más eficaz en la lucha contra cualquier pandemia a lo largo de la historia y no es menos contra este virus. Todo, antes de que podamos haber vacunado al mundo entero, o a una gran parte de él.

Se trata, en esto de luchar contra el coronavirus, de apostar a seguro.