El paso del coronavirus por el planeta está afectando a todos y cada uno de los que vivimos en él. No hay ser humano ni especie animal que se haya librado de la COVID-19.

Los últimos en sufrirlo han sido los simios que habitan en el zoológico de San Diego, en Estados Unidos.

En enero de 2021, un grupo de gorilas y orangutanes del Safari Park de San Diego fueron los que dieron positivo al virus.

Según el propio zoológico, «la cepa que los infectó fue una nueva variante altamente contagiosa del coronavirus identificada en California», que presumiblemente fue contagiada por uno de los trabajadores del centro.

Por suerte, todos ellos se han recuperado sin mayor complicación, más allá de moverse más lento y estornudar, pero son este tipo de infecciones una de las graves preocupaciones de zoólogos y conservacionistas ya que ha habido brotes de enfermedades respiratorias que saltan de humanos a animales provocando una gran cantidad de muertes.

Es por este motivo por lo que se ha tomado la decisión de vacunar a buen número de simios e inmunizarlos ante el virus.

La intención es, según los expertos del parque, impedir cualquier posibilidad de que el virus se establezca en una población de animales salvajes ya que podría convertirse en un reservorio permanente y volver tiempo después a re infectar a los humanos provocando una nueva pandemia.

Para evitarlo, en San Diego se ha inoculado a un total de nueve simiosla vacuna experimental que ha desarrollado la compañía farmacéutica Zoetis, especializada en productos veterinarios.

De momento, según las informaciones vertidas desde el Safari Park, ninguno de los animales vacunados ha experimentado algún tipo de reacción adversa o efecto secundario.

La vacuna, que ahora se está probando en visones, está prevista que se utilice para inmunizar a más ejemplares del zoo. Incluso hay otros parques de Estados Unidos desde los que también se han solicitado dosis de la vacuna.

La vacuna de Zoetis tiene un funcionamiento similar a la de Novavax, desarrollada por la farmacéutica Jansen e indicada para humanos, ya que «da a los receptores una forma sintética de la proteína del virus para preparar y alertar al sistema inmunológico para de esta forma poder combatir la infección», según señalan desde la publicación científica Live Science.

Una nueva arma para luchar contra la pandemia.

Infecciones en animales

Infecciones en animales No es la primera vez desde que comenzó la pandemia de coronavirus que se detectan animales infectados.

Hace unos meses la COVID-19 se propagó por varias granjas de visones en Dinamarca, lo que obligó al estado danés a acabar con la vida de más de diecisiete millones de ejemplares.

El daño provocado en la industria danesa, una de las más potentes del continente, ha sido inconmensurable.

El gobierno de Dinamarca informó incluso entonces de la detección en humanos de una variante de coronavirus que se había producido tras el paso de la COVID por ejemplares de visón. Según los expertos, además de haber sido capaz de re infectar a humanos, «la variante mostró resistencia a algunos anticuerpos en estudios de laboratorio» convirtiéndola en un peligro.

Sin embargo, esta variante, según datos de la Organización Mundial de la Salud, no se detecta en humanos desde noviembre de 2019.

Lo que sí se ha detectado en muchos más países, además de en Dinamarca, es el coronavirus en diferentes especies animales. Aunque los visones se llevan la palma.

En todo el mundo, veterinarios y científicos, han informado de las infecciones por Covid-19 de perros, gatos y hasta grandes felinos. En el caso concreto de Estados Unidos, según los datos proporcionados por el Departamento de Agricultura hasta el 15 de noviembre de 2020, se han detectado siete casos de COVID-19 en tigres, un contagio en un leopardo de las nieves, 17 en visones, tres en leones, 38 en perros y 54 en gatos.

Las infecciones en visones son las que han supuesto el mayor quebradero de cabeza en cuanto al salto de la Covid-19 de humanos a animales y por eso se pretende evitar que se propague por otras especies.