Foto: Noemi Elias Bascuñana

The New Raemon es Ramón Rodríguez, y Rodríguez es música reconcentrada. Todo proyecto que alumbra recibe palmas y jaleos: desde los rockeramente intensos Madee, formados a inicios de la década del 2000, pasando por el supergrupo indie Ghouls’n’Ghosts (con un único trabajo editado en 2006) hasta llegar a su última encarnación, una maravilla de pop rock autoral emocionante en músicas y textos. Ultraproductivo en EPs, largos y colaboraciones, su último trabajo es un curioso artefacto creado a dúo junto a la banda McEnroe.

Inauguración de Kronen Club: The New Raemon & Yoyo Banana (conciertos acústicos, 23 h., 12 € anticipada) + Sodapop & Sr. Anderson & La extraña pareja (DJs, hasta las 5 h., 3 €). Sala The One Paradise (Mercado de San Juan, Emperadriu Eugènia 6, C.C. S’Escorxador).

*Sopas mallorquinas y Diario de Mallorca regalan dos entradas dobles para el club posterior a los conciertos que ganarán las dos primeras personas que envíen un mail a sopasmallorquinas@gmail.com con el asunto “ElKronenLoVaAPetarFijo”

“NUNCA SABES SI LA MEJOR CANCIÓN ESTÁ AL CAER”

-Intuyo que al hiperproductivo Ramón Rodríguez no le queda más remedio que ser también la persona más organizada del mundo.

-Hasta ahora he trabajado siempre con agenda y a seis meses vista, el único modo de programar cosas y cumplir las tareas, al menos a mí me funciona. Ahora con un hijo de año y medio en casa es algo más complicado, combino los horarios de mi pareja con el pequeño y trabajo por las noches, pero también se pueden hacer cosas, claro está.

-Vienes a tocar en acústico. A pesar de tus múltiples formatos, colaboraciones y proyectos conjuntos, ¿cuando tienes que llenar un escenario tú solo con tu guitarra eres más The New Raemon que nunca?

-Si no te programan un acústico a las 12 de la noche (algo contraproducente que hacen algunos programadores) y si la gente se comporta, que normalmente es así, aunque en algunas ocasiones hablan mucho o están distrayendo al personal con los malditos teléfonos móviles que nos tienen a todos atontados, es más difícil controlar la dinámica de una actuación, aún así lo saco adelante... En los conciertos acústicos al estar solo puedo unirme más al público y crear un diálogo más potente, con banda estoy más pendiente de que el grupo esté a gusto y todo suene perfecto.

-En los países anglosajones los músicos reconocidos y reverenciados alcanzan rápidamente un estatus (social, económico) envidiable. Lo cual les permite, entre otras cosas, pensar las 24 horas del día únicamente en la música. Para un artista de tu prestigio, ¿el único error es haber nacido en España?

-Yo vivo lo mismo, no necesito ese estatus social o económico. Me gano la vida con mis canciones, que ya es mucho en un país como este. Supongo que el secreto es saber tener suficiente para vivir (pudiendo comprar y leyendo un par de libros al mes soy feliz), y sentirte privilegiado de poder vivir de lo que sabes hacer mejor.

-De siempre, tu música ha llegado henchida de sensibilidad. ¿Escribes mejor en periodos emocionalmente turbulentos o calmos?

-Escribo cuando me apetece, a veces sale mejor calmado y otras bronco.

-Tus letras son muy ambiciosas. Se nota que quieres contar y comunicarte. ¿No te atrae la narración de 400 páginas?

-No me veo capacitado para escribir literatura, por eso al margen de canciones escribo cómics.

-¿Con qué has sustituido la urgencia con la que se escriben canciones a los 20 años?

-Sigo escribiendo desde el mismo lugar que a los 14 años, la juventud está en la forma de mirar las cosas. Todos somos jóvenes dentro, pero a veces solo nos fijamos en si está muy gastado el traje que llevamos puesto.

-¿Cómo es la relación con el material más antiguo? ¿Cómo una madre a la que hay que visitar de vez en cuando casi por obligación? ¿O como a un viejo amigo con quien quedas con gusto?

-Los dos últimos discos de Madee siguen siendo de gran valor para mí, no se han hecho muchos discos así por aquí.

-¿Sientes que te quedan muchas canciones por escribir como The New Raemon?

-Siempre escribiré canciones, hasta que muera. Nunca sabes si la mejor está al caer. Es un juego muy curioso.

-¿Qué se sabe después de dar 1.000 conciertos que no se sepa después de escuchar 1.000 discos, ver 1.000 películas o leer 1.000 libros?

-Hay que disfrutar en la vida. Eso te lo enseña la vida misma.

-¿A quién gustará menos Lluvia y truenos

-No me he planteado eso. Por lo que hemos visto ha gustado a todos nuestros seguidores, hasta nos dieron un premio, que eso en casa de los padres hace mucha ilusión.