Si el festival Summer Pie es un prodigio, un regalo que Joan Andreu y su equipo ofrecen a la isla desde hace varios años, esta edición puede vanagloriarse de haber traído a Bennett Wilson Poole. Y no son pocos los hitos que un gourmet del rock, americana, folk y pop como Andreu se ha empeñado en dar a conocernos. Este trío lo han montado tres portentos de la sensibilidad versada y la tradición macerada, cada uno con su respectivo/s grupazo/s (los hay que tienen más de uno de tal categoría). Son Danny Wilson (Danny and the Champions of the World, Grand Drive), Robin Bennett (The Dreaming Spires, Goldrush, Saint Etienne) y el histórico Tony Poole (de los reivindicados Starry Eyed and Laughing). Son los cabezas de cartel de un festival que ya es histórico, trascendental, crucial y significativo. Poole contesta a este cuestionario.

Bennett Wilson Poole actúan en la segunda jornada del festival junto a Roller Disco Combo, Odd Years y Fame & The Flames (Es Baluard, 20-0 h.).

SUPE DESDE EL PRINCIPIO QUE LA MEZCLA DE NUESTRAS VOCES ES ÚNICA”

-Es inevitable preguntar cómo funciona la jerarquía en Bennett Wilson Poole. No puede haber tres generales, sino un Napoleón y dos lugartenientes. ¿O sí?

-Afortunadamente no estamos en periodo de guerra, solo una figurada y general contra la locura del mundo, ¡así que no necesitamos a Napoleón ni a ninguno de sus generales! Los tres pensamos de la misma manera: se podría decir que funcionamos como una democracia a la ateniense en la que tenemos mayoría de 3 frente 0. Siempre se aceptan puntos de vista suficientemente persuasivos.

-Dice la crítica especializada que viendo el trío de ases que son ustedes era imposible no crear un álbum excelente. ¿Ha sido así de fácil?

-Hacer la música que amas con personas a las que amas es más que fácil. También es cierto que el resultado final tardó más de lo esperado en tomar forma a partir de las sesiones iniciales que grabamos todos juntos en directo, pues nos juntamos tres cantantes y tres guitarras.

-Como integrante de los reverenciados Starry Eyed & Laughing y miembro de mayor recorrido de esta formación, ¿le ha sorprendido algo de sus “jóvenes” acompañantes? ¿Considera que ha salido enriquecido de la experiencia?

-¡Ha sido totalmente enriquecedora! Tal vez la música con la que crecí no tiene edad ni fecha de caducidad. Nunca creí que aquellas canciones perdurasen tantos años después.

-Hablando con gente muy joven los descubro fascinados con este disco. E intuyo que una de las mayores satisfacciones que le pueden transmitir es decirle que no solo muchos de ellos han descubierto a The Dreaming Spires o Danny & The Champions Of The World, sino incluso a Traveling Wilburys, Crosby, Stills & Nash, Tom Petty o The Byrds.

-Eso es maravilloso. Sí, es una gran satisfacción escuchar algo así. Y es que, como decía antes, toda esa música es eterna. Es fantástico que haya jóvenes que la valoren. No solo aquellas canciones, su sonido, sino también los valores que representan.

-¿Cuánto tiempo ha llevado la creación de la banda? ¿Cuándo surgió la iniciativa?

-Creo que Robin y Danny ya hablaban de grabar un álbum juntos antes de la primavera de 2016, que fue cuando me pidieron que que colaborara ¡Habían estado grabando y compartiendo canciones vía Facetime! Como produje o ayudé en la producción de grabaciones tanto de Danny como de The Dreaming Spires, incluso toqué en esos trabajos, unirme al proyecto surgió de manera muy natural. Ese mismo verano empezamos a grabar, solo tres o cuatro sesiones, y me permitieron, confiaron en mí para que acabase la producción, que duró unos meses de 2017.

-Como productor de sólido prestigio, ¿ya sabía de antemano cómo debían sonar BWP?

-¡Gracias por esa descripción! Supe desde el principio que la mezcla de nuestras voces es única. Tener a tres cantantes solistas en armonía suena muy poderoso, como se demuestra en Crosby, Still & Nash, por ejemplo. También vi que las canciones eran excelentes. La primera que escuché fue Hide Behind A Smile. Sabía que iba a convertirse en un clásico, en un estándar. Pero costó desarrollar el sonido del disco. Y fue revelador darme cuenta de que podía incluir secretamente en nuestras canciones ciertos elementos de otros discos que a todos nos fascinan. Será un bingo muy divertido ver cuánta gente entre el público los detecta.

-Se valora mucho la sabiduría musical que transmiten las armonías vocales, la producción, las canciones en sí mismas, pero al mismo tiempo da la sensación de que el mayor tributo a la herencia musical y a una manera de crear y sentir la música está en Wilson General Store

- La sabiduría musical que transmiten las armonías vocales, la producción, las mismas canciones, es de un valor enorme, pero al mismo tiempo creo que se transmite la sensación de que el mayor tributo a nuestra herencia musical y a una manera de crear y sentir la música está en Wilson General Store. Es genial que se vea así, y precisamente me refería a ello cuando hablaba de esos elementos “secretos” extraídos de las voces clásicas y los sonidos de guitarras de los años 60, una época de despertar musical y social que prometió tanto y que aún puede aspirarse a ello y cumplirse en generaciones posteriores. Hablo de artistas como las activistas Greta Thunberg, Malala o Naomi Wadler, o aquellos que han sobrevivido a tiroteos en masa. Nuestra pequeña contribución a ello es Hate Won't Win.

-¿Ya hay un futuro pensado para la banda? ¿Tal vez un Never Ending Tour? [título de la gira con la que Bob Dylan lleva años y que no tiene fecha final anunciada].

-Acabamos de grabar el segundo álbum, ¡y ya tenemos material de sobra para un tercero! Tal vez no lleguemos a un “Never Ending Tour”, pero disfrutamos tanto tocando con la banda al completo (con Joe Bennett al bajo y voces, y F. Scott Kenny a la batería y también a las voces) que estoy seguro de que lo vamos a alargar todo lo que sea posible.

-¿Qué espera del público mallorquín?

-Starry Eyed & Laughing tienen muchos seguidores en España (algo que fue maravilloso descubrir con la llegada de internet), y Danny y Robin también los tienen con sus bandas, porque además han tocado mucho por la Península. Así que confiamos en que tanto el público como nosotros mismos alcancemos algo explosivo. La música se convierte en algo mágico cuando el oyente y el artista están en la misma longitud de onda. ¡Nos necesitamos mutuamente! Y espero que alguien haga bingo. Me apetece muchísimo esta primera visita a Mallorca.