Rachel Newton es tradición y es modernidad. En su país de origen, Escocia, es prácticamente adorada por su habilidad para reflejar ambas vertientes a través de su música, por medio de su candorosa voz y la beldad de su arpa. Tanto en solitario como en sus proyectos con banda ha cimentado un prestigio con el que se ha ubicado como una figura insoslayable en el folk de raigambre gaélica, escocesa o universal, sea el prisma de vieja o de nueva escuela.

Hoy viernes, Newton protagoniza junto a Lucy Farrell, una de sus compañeras en The Furrow Collective, el episodio número 14 del ciclo Women Don't Wait. Este concierto sirve igualmente para celebrar el maravillosamente histórico Día Internacional de la Mujer.

Women Don't Wait #14: Rachel Newton & Lucy Farrell. Teatre Sa Congregació (Rosari 25, Sa Pobla), 20:30 h., 10 €.

Sopas mallorquinas y Diario de Mallorca sortean dos invitaciones individuales para el concierto. Las ganarán las dos primeras personas que envíen un mail a teinvitamos@diariodemallorca.es con el asunto “Rachel”.

EL ARPA ME DA MÁS RECURSOS PARA INNOVAR, PERO NO HAY NADA COMO CANTAR”

-Según el Herald

-Soy afortunada porque crecí inmersa en el lenguaje y la cultura de Escocia. Sé a ciencia cierta que es algo que siempre está ahí, en mi música, incluso cuando me pongo experimental. Mi último álbum fue más tradicional porque éramos solo yo y mi arpa, así como el anterior fue más experimental y moderno. Me gusta hacer cosas diferentes cada vez que empiezo un proyecto y retarme a mí misma.

-Dale perspectiva a un mallorquín: ¿cuál es la valoración de la tradición musical escocesa en el Reino Unido?

-La música tradicional escocesa es muy variada. Están las canciones gaélicas de las tierras altas y también las escocesas del noreste y de las tierras bajas. Hay bandas de folk más tradicionales y otras más contemporáneas. Actualmente estamos en un momento muy rico, con mucha gente joven involucrada, creando, y también público disfrutándolo.

-Siempre lo pregunto: ¿por qué el título West

-Grabé el disco en la vieja granja de mis abuelos, en las tierras altas del noroeste de Escocia. A mi bisabuelo le llamaban “West” [oeste], pues nació en la parte oeste de Achnahaird [pequeño asentamiento en Achnahaird Bay, en Ross and Cromarty, parte del área del consejo escocés de Highland]. De pequeña me mudé a Edimburgo, y pasaba mis vacaciones con él. Mis recuerdos de infancia y adolescencia me llevan a esa casa en el oeste.

-Se habla, se valora, se adora la altura musical de tus composiciones. Y siempre bajo dos parámetros: tu voz y tu arpa. Me pregunto si te sientes más segura, con más recursos, más confiada con uno u otro instrumento.

-Diría que el arpa me da más recursos para acompañar mi voz y, con ello, intentar innovar en los arreglos. Soy más una compositora vía instrumento que escritora de canciones estricta. Aunque no hay nada como cantar.

-Leo numerosas referencias a que West

-Sí, mis recuerdos y los paisajes de Achnahaird, en esa parte al oeste de Ross donde grabé el álbum. También hay algunas improvisaciones breves inspiradas en las montañas de aquella zona.

-Hay un cierto minimalismo en tus composiciones. ¿No te interesa la gran orquestación, formaciones con un amplio número de instrumentistas?

-Me interesa hasta cierto punto. Anteriormente he compuesto para seis instrumentistas, pero es cierto que me encantaría escuchar mi música interpretada por un ensemble más numeroso. Pero el estilo “minimalista” me encanta, y es lo que da forma a mi música.

-Cerrar el disco con Jolene de Dolly Parton es, intuyo, una declaración de principios. Pero me surge la duda de si te interesaba más rendir tributo a su tradición Jolenecountry&western

-Hay muchas canciones de country que me gustan, porque encuentro que se parecen mucho a lo que escuchaba cuando crecí. Me gusta reinterpretarlas para que el oyente las conozca y también para que pueda valorarlas rehechas de otra manera.

-¿Qué son The Shee y The Furrow Collective: complementos, experimentos, escapadas?

-Me encanta actuar sola, pero también soy una colaboradora entusiasta en proyectos ajenos. Me gusta esa variedad a la hora de trabajar. No ser siempre la protagonista. Ambas son bandas muy diferentes. Con la primera disfruto porque dedicamos mucho tiempo a los arreglos, buscando conscientemente la complejidad y el desafío. Con la segunda nos acercamos a la música de manera más orgánica. Lo cual es también un disfrute y un reto, pero de una manera muy diferente.

-En 2014, en un reportaje en el que participaste, The Guardian tituló “¿Se ha olvidado el folk del feminismo?”, argumentando que la escena se había vuelto un coto casi cerrado de hombres. Algo parecido declaraste en 2017 a The GuardianThe Scotsman

-Se ha hablado mucho de ello en los últimos años. Se ha ido contando ampliamente la evolución de la cuestión en el mundo del folk. Ha sido muy interesante ver cómo desde que surgió el tema, cuando declaré aquello, todo se ha desarrollado hasta llegar a un punto en el que, hoy día, todo el mundo es mucho más consciente de su importancia.

-El feminismo está ocupando en los últimos años en España un lugar justo y necesario que históricamente se le había negado. ¿Estás al tanto de la situación en España de la mujer y sus reivindicaciones?

-Algo, pero me encantaría saber mucho más sobre la evolución y la actualidad en España. Tal vez pueda hablar mucho y con mucha gente de ello este fin de semana.