Come Animal! son un tornado de punk-rock. Capaces de garagear salvajemente pero también de sonar eficazmente pop, son una de las gemas del cofre de las mil maravillas que es la escena musical mallorquina. Porque además tienen más bazas jugando a su favor: un directo incandescente y la poderosa figura de Micky Julià (Palma, 1989), dos metros de bigardo espaguetizado que posee una voz inconfundible, vigorosa, hiriente, carismática hasta lo opulento. Presentan hoy sábado su álbum Me arrancaste el corazón. El cantante responde a este cuestionario.

EN EL ESCENARIO ME COMPORTO COMO NO LO HARÍA EN MI VIDA COTIDIANA”

-Hay una escena en Casi famosos

-Lo que me hace estar en estados que otras cosas no me generan. Me da estados de ánimo y emociones que no encuentro en otros sitios.

-El material cuando uno empieza suele llevar tiempo escrito y rodado. Las canciones posteriores suelen tardar más en componerse, y su edición se demora. ¿Es por eso que habéis tardado tanto en lanzar nuevo material?

-La verdad es que hay temas tanto nuevos como antiguos. Hay dos de la primera demo, de 2017 o incluso 2016. Es verdad que nos hemos tomado nuestro tiempo porque queríamos cerrar un círculo representativo de todo lo que hemos hecho hasta hoy. Además, ha entrado Chano a la batería.

-Eso tiene que haber influenciado tanto al sonido como a la dinámica misma de la banda. Chano es un histórico que se las sabe todas, y tiene un gusto para la música extraordinario.

-Cierto. Curiosamente, el batería es lo que siempre ha cambiado en este grupo. Narcís era muy diferente: la técnica no es su fuerte, pero daba igual, Funcionaba perfectamente. Sanse era otro tipo de batería. Y Chano es como tener detrás un avión que te va empujando.

-¿Por el título Me arrancaste el corazón

-En principio era el título de una canción, de las más antiguas. Pero no me gusta que coincidan, así que cambiamos el de la canción, que pasó a ser No tendrás mi amor.

-Me lo dijo el cantante de un histórico grupo de punk inglés: “Entiendo que para un español no es lo mismo decirle 'I'm gonna fuck you' que 'Te voy a follar'.

-Siempre he preferido cantar en castellano. Y si un grupo que me gusta además canta en castellano siento que mejora, gana en personalidad y me llega más.

-Macky de Mostros se niega rotundamente a cantar en castellano. Dice que el idioma del rock y el punk es el inglés, y que la sonoridad de este para las frases cortas de una canción es insuperable.

-[ríe] Pero también sabe que hay grupazos que cantan en castellano.

-Lemmy de Motörhead dijo que las únicas verdades que salen de su boca están en sus canciones, que el resto de lo que dice durante el día podría considerarse todo mentira. ¿Las verdades de tu visión del mundo están en tus letras?

-Casi todo. Me suele venir una idea a la cabeza que aunque sea pequeña luego me basta para desarrollarla. Aunque no todas son mías. Todos aportamos, y de hecho hay letras completas de Narcís, Julián o Álex.

-Cosas que no solo llaman la atención de Come Animal!, sino que fidelizan: vaya directo el vuestro. ¿Hay un plan, una voluntad previa? ¿Lo habéis hablado?

-Somos conscientes de lo que sudamos en cada concierto, pero de nada más. Nunca lo hemos hablado. Sale así. A la puta calle [banda anterior a la que perteneció] ya era así. Los que me conocen saben que soy muy tranquilo, pero en el escenario no sé ser de otra forma. Soy otro. Y cuando me bajo, vuelvo a ser el tipo tranquilo. Va ligado a la primera pregunta: en el escenario me comporto como no lo haría en mi vida cotidiana. Cantar en castellano y darlo todo es la fórmula perfecta para ganar 100 puntos.

-Otro elemento que deja ojiplático: al frente de la banda, desatado, hay un bigardo espigado de dos metros, que además tiene una voz muy distintiva. ¿Eres consciente de tu presencia y poder escénicos? ¿Buscas fomentarlo de alguna manera?

-Supongo que llama la atención. Aún no me he subido a la parra, y espero hacerlo algún día [ríe]. Pero sí soy consciente de que hay un efecto, como con Fede [histórico y tótem de la escena punk], que también es muy dinámico en directo.

-¿Te has imaginado viviendo de la música?

-La verdad es que no. No toco ningún instrumento, y con lo que hacemos, viendo a otros grupos similares, nos basta con salir a tocar, cubrir gastos e igualar números, cosa que no siempre sucede.

-¿Palma es punk, es rock?

-No, pero es un problema de público, no de oferta. Desde Cicuta para mí [su anterior banda], en los últimos diez años hemos visto cómo se cierran bares constantemente, pero siempre hay sitios donde tocar. Grupos siempre ha habido muchísimos, pero el público no responde. Somos los 50 o 100 de siempre.

-¿Y cómo está la escena punk-rock hoy?

-Muy bien, pero también he de decir que con 30 años seguimos siendo los jóvenes de la escena. Tal vez falte algo de regeneración.

Come Animal!: presentación de Me arrancaste el corazón