Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de mortalidad global y según datos de la OMS suponen alrededor del 30% de las muertes registradas en el mundo. Los factores que influyen en la probabilidad de padecer o no estas enfermedades son: la edad, el nivel educativo, padecer otras enfermedades, el índice de masa corporal, fumar tabaco y el consumo de alcohol.

Aún así, aparte de los factores más propiamente biológicos o referentes a hábitos de salud, también se han encontrado condiciones psicosociales que afectan al desarrollo y pronóstico de estas patologías.

Factores causales:

El estrés laboral, que se define como la combinación entre trabajar en algo que requiera mucho esfuerzo y sentir que el trabajo se te descontrola, también incrementa de forma notable el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular grave.

De hecho un estudio llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Salud y Bienestar de la Universidad de Jönköping (Suecia), encontró un riesgo del 48% superior de padecer dolencias cardíacas en personas que tenían estrés laboral.

Factores que agravan el pronóstico:

1. Probabilidad de repetición del episodio cardiovascular:

Otras investigaciones, encontraron dos factores socioeconómicos que aumentaban la probabilidad de volver a tener un episodio cardiovascular en pacientes que ya habían tenido uno. Los pacientes divorciados tenían un riesgo 18% mayor de un evento recurrente que los pacientes casados. Mientras que aquellos con niveles altos de educación tuvieron un 14% menos de riesgo de un evento recurrente que aquellos con niveles bajos de educación.

2. Probabilidad de muerte prematura:

Una vez que ya padecen la enfermedad, el hecho de sentirse solos, hace que probabilidad de muerta prematura se duplique, en mujeres y que prácticamente alcance esta misma cifra en hombres. Hay que tener en cuenta que se trata del sentimiento de soledad, independientemente de si están o no solos en realidad. Además, la soledad también supone una peor salud mental y una peor calidad de vida en pacientes con enfermedad cardiovascular.

En opinión del Dr. Carbonell una vez más queda en evidencia en los estudios que la salud mental es determinante en la salud global de una persona. El llevar una buena higiene mental en estos estudios demuestran que tendrían un factor favorable en la prevención de enfermedades cardiovasculares.

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