Una ruptura de pareja es una situación por la que suelen pasar muchas personas, algo común en nuestra sociedad. Sucede cuando una de las dos partes o las dos decide que lo mejor es terminar la relación por una serie de causas.

Normalmente, cuando alguien da el paso de tomar esta decisión es porque ha meditado mucho y ha pensado en las consecuencias. Pero, a veces, cuando no somos nosotros los que decidimos dar este paso, las consecuencias son inesperadas y nos pilla sin estar preparados. Incluso, si no se gestiona de una forma adecuada puede tener consecuencias negativas en el bienestar mental de una persona, ya que es un evento estresante.

Tanto en un lado como en el otro, implica un cambio en la vida de las personas que formaban la pareja, que causa un efecto a nivel psicológico (estrés, dificultades para dormir, cambios en el apetito, tristeza, culpa, miedo, …) y a nivel social (amigos, economía, vivienda, …).

Cada persona es diferente y necesita su tiempo para superar esta situación. Por eso, es importante tener las herramientas necesarias para llevar mejor la ruptura y saber gestionar nuestras emociones. A continuación, os recomendamos unas pautas para manejar la ruptura de una forma positiva y que el efecto que tiene en nuestras vidas tenga el menor impacto:

- Darnos tiempo, esta situación no se supera de un día para otro, necesitamos procesar lo ocurrido para conseguir aceptarlo y mirar hacia el futuro.

- Aceptar nuestras emociones y experimentarlas, ya que la tristeza, enfado, miedo, .. son normales en este proceso, no hay que evitarlas.

- Planificar actividades que nos hagan sentir bien, dedicar nuestro tiempo a lo que nos gusta.

- Piensa en ti, permítete conocerte mejor y valorar aquello que tienes.

- Intentar sacar las cosas positivas y que hemos aprendido durante la relación

- No centrarnos a buscar explicaciones de porqué ha sucedido, a veces no hay una causa concreta.

- Busca nuevos objetivos personales

En opinión del Dr. Carbonell, siempre que se produce una ruptura es aconsejable acudir a un profesional de la salud mental para que nos ayude a afrontar dicho proceso, especialmente si hay hijos involucrados. Es uno de los eventos vitales más traumáticos por lo que antes de tomar esta situación hay que valorar las consecuencias y una vez tomada pasar el duelo de la ruptura acompañado por un terapeuta para sufrir lo menos posible.