Cuando la pareja se divorcia la forma de comunicar el divorcio depende de la edad que tengan los niños, pero hay una regla ideal para cualquier caso: hacerlo como equipo.Aunque la relación de pareja haya desaparecido o sea inviable, no debemos olvidar que seguimos teniendo un objetivo en común con la otra persona, que es el bienestar de los niños. Esto significa hacerlo juntos y además no hablar mal del otro ni culpar a nadie. Así lo explican la psicopedagoga Laura Aguilera y la psicóloga infantil Silvia Álava en la sección de bienestar de El País.

Debemos estar preparados para responder a cualquier pregunta de forma clara y haber planificado al máximo posible cuales son los siguientes pasos, sobretodo en cuanto a que va a pasar con los niños, pues esto supondrá un cambio en la rutina diario de los niños a la que cuesta adaptarse.

La capacidad de comprender la situación, así como las reacciones que puedan tener los niños variará mucho en función de la edad que tengan, por ello la estrategia debe ser distinta.

  • Hijos menores de 5 años: A esta edad, los niños no llegan a entender del todo lo que está sucediendo, es por ello que debemos intentar dar explicaciones sencillas y cortas. El tema central será explicarle cuál de los padres dejará el domicilio y se le enseñará el nuevo hogar de este. También se le explicará cuándo le verá y en qué situaciones.
  • Hijos de cinco a ocho años: A esta edad los niños empiezan a entender más lo que significa separarse y esto les afecta más a nivel emocional. El tema central será explicarle que él no tiene la culpa de la separación.
  • Hijos de nueve a doce años: A esta edad suelen ser más conscientes de que la culpa no es suya y de que se trata de un problema entre los padres. El tema central en estos momentos debe ser el de intentar que el niño no culpabilice a uno de los padres y por tanto, no tome un bando.
  • Hijos adolescentes: Es posible que aunque entiendan mejor la situación de divorcio, la inestabilidad emocional típica de esta etapa haga que reaccionen con enfados o frustración.

Respecto al genero, a pesar de no tener por qué tener una reacción diferente el ser niño o niña, si es cierto que los niños podrían ser más propensos a tener una conducta más difícil, mientras las niñas pueden ser más introvertidas y optar por sentirse culpables de la separación.

Igualmente, el hecho de ser hijo único o de tener hermanos también ha de ser tenido en cuenta, puesto que “es más complejo si hay más hermanos por el hecho de que la edad de cada hermano implicará un tipo de explicación de la separación diferente, debido a su capacidad de entender la situación”.

En opinión del Dr. Carbonell, un divorcio de los padres para los hijos tiene un efecto a largo plazo. El comunicarlo adecuadamente sienta las bases para poder ayudarles a gestionar esta situación lo mejor posible. Idealmente los hijos deberían acudir a un terapeuta regularmente que les ayude a afrontar adecuadamente la nueva situación.

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