La depresión afecta a un 4’4% de las personas a nivel mundial. Esta enfermedad supone un empeoramiento del estado de ánimo que nos hace perder la capacidad de disfrutar de las cosas que normalmente disfrutábamos, también afecta a la capacidad de concentración, a la energía que tenemos e incluso a la percepción que tenemos sobre nosotros mismos, sobre lo que nos rodea y sobre el futuro. También afecta al sueño y al apetito. Dado el gran impacto que tiene esta enfermedad, se están llevando a cabo muchas investigaciones para poder mejorar su tratamiento.

La Universidad de Stanford consiguió desvelar uno de los marcadores biológicos relacionados con la gravedad y duración de la depresión. Los marcadores biológicos son elementos que se encuentran en nuestra sangre, tejidos y otras células que nos dan indicios de si tenemos una enfermedad, en que grado la tenemos e incluso a veces nos ayudan a predecir la duración de la misma.

Así pues, los marcadores biológicos son muy útiles de cara a mejorar el tratamiento de alguna enfermedad. De aquí la importancia descubrir que los bajos niveles de L-Acetil-Carnitina era uno de los marcadores de la depresión.

Antes de llevar a cabo el estudio en humanos, se realizó uno en roedores y los resultados indicaron que la L-Acetil-Carnitina tenía un efecto en el hipocampo y amígdala, regiones cerebrales muy implicadas en la depresión.

Posteriormente, se realizó un estudio para probar el impacto de la L-Acetil-Carnitina en las personas. Para ello se realizó un análisis sanguíneo a un total de 119 participantes del estudio. 48 sin síntomas depresivos, 28 de ellos tenían depresión moderada y 43 de ellos con depresión grave.

Los resultados indicaron que las personas con menores niveles de este marcador biológico eran los que habían sufrido depresión a una edad muy temprana, presentaban una mayor severidad de la depresión y/o una mayor resistencia al tratamiento.

Estos hallazgos son muy importantes de cara a conseguir desarrollar nuevos fármacos para estos perfiles de depresión. De todos modos, los autores de la investigación advierten que el simple hecho de introducir L-Acetil-Carnitina en nuestra alimentación no va a mejorar la depresión, sino que hace falta desarrollar fármacos que adapten la sustancia a un uso médico.

En opinión del Dr. Carbonell la depresión es una enfermedad que afecta de manera muy significativa a toda la población. Sin embargo, seguimos teniendo muchas dudas sobre cuáles son todos los factores involucrados en la aparición o como en este caso, qué marcadores biológicos podemos utilizar para poder hacer un pronóstico de la evolución de la misma. Los avances mencionados están por demostrar que puedan tener una utilidad en la prevención y el tratamiento de las depresiones.

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