En la adolescencia, se comienza a dar cierta importancia a las opiniones de los demás, a decidir cómo vestir, qué decir o actuar en función de la influencia de la sociedad. También aparece cierta vergüenza a hacer cosas porque creen que eso les puede influir en su propia imagen.

Pensar que los demás están prestando atención a lo que ellos hacen, les puede generar cierta ansiedad a muchos adolescentes, incluso pudiendo generar ansiedad social. Es un trastorno que se podría definir como preocupación excesiva por lo que puedan pensar los demás sobre el comportamiento de uno mismo, que dejan de hacer cosas que les gusta por el miedo a sentir vergüenza.

Según el Child Mind Institute, la mayoría de adultos con este trastorno comienzan a notarlo cuando tienen entre 8 y 15 años. El Dr. Jerry Bubrick, director del Child Mind Institute, explica “los niños con este trastorno no solo están nerviosos en situaciones sociales, sino que viven con ansiedad constante por cómo las personas lo ven”. Por eso, es importante saber en qué situaciones nuestros hijos tienen ansiedad y porque. La diferencia con ser tímido, es que la timidez se va graduando con el tiempo, mientras que la ansiedad social no cambia y te impide hacer cosas.

Cuando se tiene ansiedad social, la mayoría de las veces, se piensa que los demás la perciben. Pero la realidad, es que a veces es difícil reconocerla, ya que ellos mismos tienden a ocultar sus pensamientos y emociones, y a evitar todas las cosas que les preocupa y prefieren quedarse en casa para no tener que enfrentarse al miedo.

Este tipo de ansiedad tiene consecuencias a corto y largo plazo en la vida de un adolescente. Por eso, se recomienda pedir ayuda a profesionales de la salud mental, ya que aprenderemos a gestionar la ansiedad y el miedo, y a poner en práctica habilidades sociales para manejar las situaciones sociales de una forma positiva.

En opinión del Dr. Carbonell, hay que prestar atención a la aparición de cualquiera de los síntomas de la ansiedad para poder poner las medidas necesarias por un profesional de la salud mental.