Hoy en día muchas personas experimentan un sentimiento de ansiedad y pérdida de conexión con el mundo al dejar el móvil en casa. El concepto “Nomofobia” la abreviatura en inglés para “no móvil fobia” define esta experiencia que afecta a cualquier perfil de persona, tanto adolescentes como a adultos. Todo ello viene plasmado en el artículo publicado en agosto del 2017 en The Guardian.

Los aspectos más relevantes para poder decir que tienes adicción al teléfono móvil son: que sea de las cosas a las que le dedicas más tiempo al final del día, que sientas que es de lo más importante de tu vida y que sientas “síntomas de abstinencia” como el tener que utilizarlo para calmarte tras un tiempo sin utilizarlo o sentirte nervioso si hace horas que no lo utilizas.

El Dr. Kim Ki Joon, realizó un estudio en el que se observó que muchas personas percibían su teléfono móvil como una extensión de ellos mismos y sentían apego hacia estos. De hecho, un estudio previo mostró que la separación del móvil no solo tenía un impacto en el sentimiento de soledad, sino que incluso puede haber relación entre la separación de este y el incremento de la presión sanguínea.

Tras esta información nos preguntamos: ¿Puede el hecho de estar sin tu teléfono móvil producirte algo parecido a la ansiedad por separación? El profesor Mark Griffiths, psicólogo diplomado y director de la Unidad de Investigación de Apuestas Internacionales de la Universidad de Nottingham Trent, opina que sí, y que esto se debe a su contenido. Esto es tanto por todas las fotos y recuerdos de nuestra vida que guardamos en él , como por la comunidad social a la que nos da acceso. “Deberás extraer quirúrgicamente el móvil de la mano de un adolescente, si quieres separarle de él, pues toda su vida está ligada a ese dispositivo”.

Griffiths piensa que la teoría del apego, por la cual dependemos emocionalmente del teléfono debido a que contiene todos los detalles de nuestra vida, es solo una pequeña parte de la nomofobia. Para los adolescentes que se han criado con móviles, es el miedo a estar “desaparecido” a nivel social y perderse lo que está pasando en Snapchat o Instagram lo que les hace estar ansioso.

Aún así, Griffiths cree que los adolescentes se adaptan muy rápido si los llevas de vacaciones donde no haya internet. Separarse del móvil, apagándolo o dejándolo en casa puede reducir la dependencia hacia este y la ansiedad producida por su separación.

En opinión del Dr. Carbonell el impacto que va a tener el móvil y todas las cosas que vamos a poder hacer con él, nos aportarán beneficios y riesgos que están todavía por conocer. Lo que es una realidad es que el “social media” ha incrementado sobretodo en las adolescentes de manera muy exponencial los problemas de autoestima, depresión e incremento de suicidios.

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