Es de sobra conocido que la adopción de buenos hábitos de salud tienen un impacto en nuestra calidad y esperanza de vida. Es por ello que en distintos organismos, tanto nacionales como internacionales, se llevan a cabo proyectos de promoción de la salud, tales como el Plan de Calidad del Sistema Nacional de Salud aplicado en España.

Frank B. Hu investigador de la Harvard T.H. Chan School of Public Health, dirigió un estudio para averiguar hasta que punto impactaba la adopción de buenos hábitos en la esperanza de vida. Para ello, realizó un seguimiento durante 34 años a más de 123.000 pacientes, concluyendo que los siguientes hábitos alargaban significativamente la esperanza de vida:

  • Dieta sana.
  • Hacer ejercicio de intensidad moderada-vigorosa 30 minutos al día.
  • No fumar.
  • Peso saludable. (IMC: 18.5 – 25.9)
  • El consumo mínimo de alcohol.

La esperanza de vida para las personas que no cumplían ninguno de los requisitos cuando tenían 50 años era hasta los 79 años para las mujeres y hasta los 75 años para los hombres. En cambio, para las personas que cumplían los 5 hábitos de salud, la esperanza de vida se alargaba hasta los 93 años y para los hombres hasta los 87 años. Así pues, el cumplir con estos buenos hábitos suponía aumentar hasta en 14 años más la esperanza de vida.

Las enfermedades que causaron la mayor parte de los fallecimientos y por tanto las enfermedades derivadas o agraviadas por estos malos hábitos fueron el cáncer y las enfermedades cardiovasculares. Así pues, había un 82% menos de fallecimientos por enfermedades cardiovasculares y un 65% menos de fallecimientos por cáncer en personas que cumplían con estos 5 hábitos de salud en comparación con los que no cumplían ninguno.

En opinión del Dr. Carbonell, lo comentado anteriormente es algo sabido por todos y es importante tener presente que si nos cuidamos nuestro cuerpo lo agradece. Estos 5 simples y sencillos hábitos tienen un impacto muy beneficioso para nuestra salud.

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