Las relaciones sentimentales, al igual que cualquier otro tipo de relación no son siempre perfectas. En momentos puntuales de nuestra vida, como una crisis, es normal que nos surjan preguntas (¿estoy enamorado?, ¿era lo que buscaba?, ¿me quiere?) que nos hagan replantearnos nuestra relación. Todo ello puede ir potenciado por la idealización del amor por el cine, la literatura, y ahora también, por las redes sociales que pueden causar dudas en las personas sobre el amor y sobre sus relaciones. Pero el problema surge cuando empezamos a vivir permanentemente con estas dudas, llevándonos a un estado de ansiedad continuo. Si ocurre, podemos desarrollar un Trastorno Obsesivo Compulsivo “de amores”.

En el artículo “TOC de amores: cuando el “me quiere, no me quiere” se convierte en obsesión” (El país, 2019), Fernando Villadangos y Yolanda Cuevas, ambos psicólogos expertos en relaciones de pareja, comentan sobre el tema. Fernando explica “Las personas con este TOC se obsesionan y sufren excesivamente con la relación. Sienten inseguridad y la duda constante les atrapa. Hacen comparaciones y le dan vueltas a la cabeza continuamente. Viven en un ni contigo ni sin ti”.

Este trastorno consume mucha energía a la persona que lo padece, ya que intenta controlar sus inseguridades pero no puede. Esto afecta a ambos miembros de la pareja. La persona con TOC tiene acciones compulsivas relacionadas con su obsesión, como espiar a su pareja. Mientras, que la otra parte no comprende esta situación ni las inseguridades de su pareja. Por eso, es importante diferenciar si la inseguridad es constante o puntual en situaciones difíciles, y si está justificada o no.

Según Yolanda Cuevas, “algunas de las causas que nos llevan a sobrepasar al límite de lo obsesivo pueden ser el tipo de personalidad, haber vivido experiencias traumáticas o periodos de estrés durante su infancia y juventud, entre otras”. Esto puede hacer que se desarrolle un perfil de dependencia hacia la pareja, incluso hacia los propios padres, y que no pueda tomar decisiones sobre su vida, siguiendo los criterios de otras personas.

Otra posible causa es el hecho de vivir un fracaso sentimental. Sufrir una infidelidad u otra traición hace que surja el miedo de volver a repetirla. Y esta herida les puede hacer más desconfiados e inseguros.

Ya sea por un motivo o por otro, lo importante es buscar ayuda de profesionales de la salud mental. El tratamiento psicológico nos ayudará a mejorar el autocontrol de las dudas sobre las relaciones y el amor, a conseguir disminuir la ansiedad que nos produce la inseguridad, aprender a valorarse y aceptarse, a tomar decisiones, … Hay que trabajar aspectos claves que nos aportan más seguridad en nuestra vida. Aprender a valorarnos a uno mismo, a nuestra pareja y a la relación, desde el punto de vista de la realidad y no desde el ideal romántico o digital.

En opinión del Dr. Carbonell, el objetivo de estar en pareja es aportar y beneficiarse ambos de ello. Es un trabajo diario en el que cada uno contribuye con los puntos fuertes y débiles de su personalidad. Combinarlos de manera productiva requiere de gran esfuerzo de compresión, humildad, y entrega. En ese proceso pueden surgir problemas, el TOC “de amores” es uno de ellos. Es importante recurrir a un profesional para poder gestionarlo de la mejor manera posible en beneficio de la pareja.

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