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Luz para Vicente Baset

Libro: Baset. Simphonies. Forma Antiqua.

La agrupación asturiana Forma Antiqva, que lidera Aarón Zapico, lleva varios años publicando discos interesantes y con unos estándares de calidad elevados. Estas grabaciones son fiel reflejo de la evolución de un proyecto q ue ha ido creciendo, con rigor y buen tino, hasta convertirse en uno de los líderes de la música antigua en nuestro país. Hoy por hoy, estamos ante una formación respetada y que, además, está adquiriendo prestigio internacional creciente y merecido. 

Entre sus registros realizados hasta la fecha el que ahora se presenta, con su casa de referencia Winter& Winter, supone un punto de inflexión. Estamos ante una apuesta de gran ambición artística desde múltiples frentes: el primero de ellos el de la recuperación patrimonial, el segundo el impulso de una entidad privada en el fomento de la cultura (ha contado con la financiación del BBVA a través de las becas Leonardo) y el tercero los resultados finales que son verdaderamente de primer nivel.

Forma Antiqva nos acerca la música sinfónica de Vicente Baset y lo hace con un grado de convencimiento y de calidad, rodeado de un grupo de jóvenes músicos españoles, que son el reflejo de una generación llamada a reivindicar la interpretación historicista de nuestro país en la primera división europea. Los hermanos Zapico los unen con un objetivo común y de esa energía y convencimiento se obtienen los espectaculares resultados que convierten el disco “Baset, Sinfonías, Madrid, 1753” en uno de los hitos culturales del año en nuestro país, precisamente en un periodo en el que tan pocas alegrías culturales hemos tenido por causa de la pandemia. Aarón Zapico cuenta en unas completísimas notas al programa cómo llegó a sus manos la música de Baset, en un camino creativo que se inicia cinco años atrás y que según avanza acrecienta en entusiasmo su interés por poner el foco en un repertorio, como tantos otros, desconocido para el público de hoy y que permanecía orillado en las bibliotecas musicales. El trabajo musicológico previo de Ars Hispania -esencial en estos últimos años en la recuperación patrimonial de la música española- le encauza definitivamente al estudio en profundidad de este legajo compuesto por once sinfonías compuestas en 1753 en Madrid. Es por tanto este conjunto el que da vida al disco y el que nos otorga la fascinación de descubrir a un compositor pletórico de diversas influencias de su tiempo, especialmente las italianizantes, pero, a la vez con personalidad propia, con una capacidad innata para recrear un universo particular en un itinerario creativo en el que los aciertos deslumbran. Se agarra Zapico a una de las indicaciones, en el inicio de la “Décima sinfonía”, “Allegro con valentía”, para dar carácter a la música que nos presenta y ahí está el corazón del triunfo de este trabajo: en la capacidad suya para afrontarlo con audacia, sin cicaterismos ni tampoco atajos, con valentía sí, pero también con conocimiento y el talento que bebe en la experiencia. La escucha de las sinfonías de Baset no se agota, está llena de matices y de una riquísima paleta de colores que Forma Antiqva nos va mostrando con una eficiencia sobresaliente. Nos llega con toda la intensidad el sentido escénico, que no grandilocuente, de una música dieciochesca que presenta un aliento rítmico que no da tregua, a la vez nos deja pasajes de una belleza conmovedora. Este repertorio exige a sus intérpretes, un plus, un trabajo serio y riguroso en el que la imaginación ha de de estar en primer plano. Todo ello brilla con esplendor en este disco que lucha por acercarnos un compositor, una ciudad que bullía musicalmente en pleno siglo XVIII, una época en la que aún quedan más tesoros por llegarnos. Estoy seguro que Forma Antiqva seguirá siendo protagonista de muchos descubrimientos en los próximos años.

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