Mis tres películas favoritas del año, por este orden. (En cursiva, extractos literales de mis reseñas del momento)
Parásitos (Bong Joong-Ho). Los miembros de la familia humilde viven, sobreviven y eventualmente mueren como cucarachas por la desigualdad social. Pero los ricos también son chupópteros de la sociedad/sistema, y yendo aún más lejos todos los humanos somos parásitos [del planeta].
Nosotros (Jordan Peele). [La película] llama la atención sobre la esquizofrenia colectiva que nos invade, la creciente xenofobia, las divisiones políticas, el machismo, ellos son los malos, nosotros los buenos. ¿Nosotros?
Largo viaje hacia la noche (Gan Bi) Si no se logra seguir el guion es mejor dejarse llevar por las imágenes, la embriagante fotografía, el ritmo y banda sonora. (...) Aunque los temas sean básicos, nostalgia, doloroso buceo en el pasado, y los personajes algo tópicos, es mucho más que una pirueta visual.
Medio escalón por debajo del podio
El irlandés (Martin Scorsese) No hay chispazos de genio, como en Toro salvaje o Uno de los nuestros; sí una contención y madurez más cercanas a la trilogía El Padrino.
Retrato de una mujer en llamas (Celine Sciamma) La segunda parte deriva en un laberinto pasional muy femenino. Un amour fou con fecha de caducidad difícil de evitar.(€)La austeridad, aislamiento y belleza de los paisajes se contagian y realzan todas las facetas del filme.
Cafarnaum (Nadine Labacki) Enésima actualización de Los olvidados (Luis Buñuel, 1950). La vida en el escalón más bajo de la sociedad mostrada a través de los más débiles de esos débiles, los niños.
Los hermanos Sisters (Jacques Audiard) Mezcla de nihilismo, idealismo, violencia y empatía fraternal tan extraña como interesante.
Litus (Dani de la Orden) Marcos Ordoñez (El País) lo resume en cuatro palabras: seduce, atrapa, divierte y emociona. (...) Versión más sencilla, casi igual de lograda, del Reencuentro de Lawrence Kasdan.
The farewell (Lulu Wang) El postfinal, la coda autobiográfica de la directora en los créditos finales, no es una apología del carpe diem, sí una invitación, una incitación, a no despegar nunca los pies del suelo, a aceptar y disfrutar el día a día.
Dobles vidas (Olivier Assayas). La cita de El Gatopardo está más sobada y vigente que nunca. ¿El mundo -el siglo XXI- está loco, loco, loco o solo nos lo parece a los que hemos superado la cuarentena o más?
No logré entrar en ...
Dolor y gloria (Pedro Almodóvar) ¿Se acerca el manchego en talla artística a Bergman o Fellini? Esperemos un par de décadas más.
Érase una vez en Hollywood (Quentin Tarantino) Recurriendo al símil taurino, son dos horas y cuarto de paseíllo por parte del director y actores, lanzando besos al público, a su gremio y a sí mismos; y diez minutos escasos de faena, de auténtico Tarantino.
Mientras dure la guerra (Alejandro Amenábar) ¿Considera [Amenabar] a Unamuno el paradigma de los intelectuales? Fue un gran escritor, un eficaz rector y un dubitativo intelectual. Pero no se movió de su despacho, no se manchó de barro y se jugó la vida como George Orwell en ese mismo conflicto o Vasili Grossman en la II Guerra Mundial.
Día de lluvia en Nueva York (Woody Allen). El mundillo del show business se muestra con otro cúmulo de topicazos. Los diálogos son planos y los gags muy pobres, con el larvado machismo y lolitismo habitual del director.
Cierro con tres documentales muy interesantes: Tres idénticos desconocidos (Tim Wirdle), Maradona (Asif Kapadia) y Amazing grace (Alan Elliot,Sidney Pollack) Y dos neoclásicos con interrogantes, porque se estrenaron entre la redacción y la publicación de estas líneas), Mujercitas (Greta Gerwig) y Cats (Tom Hopper).
