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Cine

Reinas por más de un día

Un interesante puñado de películas recientes o inminentes han enfocado a monarcas de siglos precedentes que dejaron buena, polémica o trágica huella.

Cate Blanchett como Elisabeth.

Aunque las reinas sean o hayan sido unas privilegiadas, aunque hayan alcanzado la cumbre del poder por procesos escasamente democráticos, su condición femenina jamás ha dejado ni deja de despertar recelos. Deben luchar contra el machismo más o menos disimulado de sus cortes, y también contra la envidia de otras mujeres, algunas de ellas con opciones a relevarlas. Explicado con analogía evolucionista, les obligan a ser machos alfa sin concederles todos los prebendas o armas (en sentido amplio) que disfrutarían si fueran del sexo opuesto. Por eso despiertan más admiración, empatía, y algo de condescendencia cuando no se muestran ejemplares. Por eso el cine se fija intermitentemente en ellas.

Estas son las protagonistas más recientes (o casi):

La favorita (Yorgos Lanthimos, 2019). Telón de fondo, Gran Bretaña a principios del siglo XVIII. A un lado, la reina Ana (Olivia Colman). Al otro, Lady Sara Churchill (Rachel Weisz), ascendiente de quien se imaginan y de quien no (Diana de Gales); en medio, ejerciendo no de árbitro sino de espontánea, Abigail (Emma Stone), prima de Sara. Sara es la amante, confidente, y asesora en tareas de gobernanza de Ana. Abigail es relegada como criada, pero pronto encuentra el modo de serpentear hasta la jefa de estado€ Resultado. El del argumento lo omito; la película, sin alcanzar la altura de las inquietantes distopías anteriores del cineasta griego, es un suntuoso e intenso drama.

Maria, reina de Escocia (Josie Rourke, 2019). Telón de fondo, los reinos de Escocia, Inglaterra e Irlanda en el siglo XVI. A un lado, Isabel I (última monarca de la familia Tudor), reina en ese momento de Inglaterra e Irlanda (Margot Robbie). Al otro su prima María, reina de los escoceses (traducción literal del título), y reina además de Francia (Saoirse Ronan). En vez de casarse con un buen pretendiente, Ana va a por el órdago, arrebatarle el trono a su prima caiga quien caiga. Resultado: mis colegas, y espectadores locuaces, lo dejan en un culebrón subidito de tono y bajo en fidelidad histórica. Como curiosidad, Ronan y Robbie compitieron el año pasado por los Oscars con diferentes películas (Ladybird y Yo, Tonya) y aquí luchan en el mismo escenario.

No es la primera vez que asoman a la pantalla estas primas. En...

Elizabeth (Shekhar Kapur, 1998). La pugna de Isabel y Ana se trata en un contexto más amplio de intrigas palaciegas nacionales e internacionales. Más afinada históricamente y con no menos lujoso reparto. Cate Blanchett como Isabel, Kathy Bourke como Ana, y en el ala masculina, Geoffrey Rush, Joseph Fiennes y un papel corto para el exfutbolista Eric Cantona.

Casi una década después le siguió Elizabeth, la Edad de Oro (Shekhar Kapur, 2007). Ana ha pasado a peor vida; el imperio español reta a Isabel con una (In)vencible Armada. La película no disimula la simpatía por la mujer y, por tanto restriega a los españoles la sonada pifia de Felipe II. Blanchett, como no, reina sobre el resto del reparto.

Sumo una elíptica curiosidad. En 1998 un mismo personaje obtuvo dos Oscars. Cate Blanchett por la reina Isabel I en la citada Elizabeth. Otra soberbia actriz, Judy Dench se llevó el Oscar a la mejor actriz secundaria por encarnar a Isabel I (más mayorcita) en Shakespeare in love (John Madden). Además, Joseph Fiennes actúa en los dos filmes.

Para la ajusticiada María Estuardo tampoco es su único resurrección en el cine. De sus cinco apariciones, la primera es un corto cortísimo (18 segundos) de 1985 recreando su decapitamiento. La siguiente es en 1936, dirigida por John Ford con Katherine Hepburn. Hay además una película inglesa de 1971, otra suiza de 2013. Y un delirante sketch televisivo de Monty Python, con dos marujas travestidas escuchando en un serial de radio los últimos instantes de vida de la francoescocesa.

Cierro con otra película que se estrenará en invierno o primavera es la francesa Cambio de reinas (Marc Dugain, 2019). Adaptando una novela de Chantal Thomas, desarrolla el fallido noviazgo (siglo XVIII) entre el galo Luis XV y la española Maria Victoria de Borbón. La enjundia de ese amaño fue que en el momento del concierto el francés tenía 11 años y la española 4. Ahora nos parece una animalada; en aquella época eran incuestionables cuestiones de Estado.

Veremos si las películas inminentes retratan bien las tensiones internas y externas que afrontan sus reales protagonistas. En todo caso, siempre son y serán bienvenidos papeles como estos, de mujeres complejas, fuertes, débiles y con propensión a la tragedia.

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