Todos pensamos, pero la cuestión está en pensar bien y aprender a hacerlo. Para intentar responder a esta cuestión el Doctor. en Filosofía Contemporánea José Carlos Ruiz ha escrito un ensayo titulado El arte de pensar.
Nos explica que de manera natural el ser humano siempre ha tenido como objetivo primordial alcanzar la felicidad pero, actualmente, estamos incurriendo en una situación paradójica. Ése sigue siendo nuestro objetivo, pero cada vez es más complicado alcanzarlo debido a la escasez del uso del pensamiento crítico, y nos encontramos con la "moda" de los libros de autoayuda que nos prometen alcanzar la felicidad en escasos pasos. Una vez se siguen esas pautas y no se alcanza, la gente sigue necesitando otros libros para superar ese nuevo fracaso.
Estamos inmersos en una sociedad muy concienciada con el cuidado corporal para tener una buena forma y apariencia física, pero que ha olvidado la "gimnasia mental" de la que hablaba Robert Zimmer. Físicamente pueden estar muy bien pero luego recurren a los ansiolíticos o antidepresivos, ya que para ser feliz es necesario saber pensar correctamente y para ello el autor recurre a muchos filósofos de todas las épocas para argumentarlo.
Hay que tener muy clara la distinción entre sentirnos felices y ser felices, ya que nos acostumbramos a una felicidad encapsulada en pequeñas raciones, que debe ser instantánea, por lo que caemos en la dictadura de la acción a diferencia de la reflexión, tan necesaria.
Desde la Antigüedad el objetivo de la educación ha sido educar a personas equilibradas, capaces de comprender y controlar sus emociones y las de sus semejantes, pero actualmente nos encontramos con personas que son drogodependientes emocionales. Para poder alcanzar la felicidad es básico desarrollar el pensamiento crítico y sólo podemos hacerlo nosotros mismos teniendo en cuenta nuestras circunstancias y el contexto. Una de las claves del éxito de una persona es que pueda decidir por sí misma y que sea capaz de asumir las consecuencias de sus decisiones. Al tener tantas opciones para elegir y tanto exceso de información tenemos como consecuencia la angustia y la parálisis porque vivimos una realidad que está en continua hiperactividad, estamos en la época de la posverdad (una mentira emotiva bien contada), la neofilia ("amor a la novedad"), la turbotemporalidad, también dependemos demasiado del reconocimiento social de los demás, sólo hacemos caso a las emociones positivas, por lo que debemos activar la duda y ser dueños de nuestras propias opiniones.
En mi opinión, deberíamos seguir a Kant quien proclamó "¡Sapere aude!", que significa 'atrévete a pensar' y a Michael Onfray quien dijo "Todos nacemos filósofos, pero solo unos pocos tienen la suerte de seguir siéndolo cuando crecen." Les animo a ponerlo en práctica.
