El XVII Ogyen Trinley Dorje, el actual Karmapa, nació en Bakor, Tíbet, en 1985, en el seno de una familia de pastores nómadas. Es un Tulku, un maestro reencarnado. Antes de morir, cada Karmapa deja una carta anticipando información relacionada con su próxima reencarnación. La mente de un gran practicante puede elegir un nuevo soporte físico para continuar su proceso personal de evolución espiritual y su compromiso de ayudauniversal. El XVII Ogyen Trnley Dorje fue confirmado por el Dalái Lama como la reencarnación del anterior Karmapa y fue entronizado en el histórico monasterio de Tsurphu, en Lhasa en 1992.
En 1999, Ogyen Trinley Dorye, huyó en secreto de Tíbet atravesando el Himalaya. Llegó al estado de Himachal Pradesh, en India, donde el Dalái Lama le dio la bienvenida. Desde entonces ha estado viviendo en la universidad Tántrica de Gyuto Ramoche donde recibe enseñanzas e iniciaciones del Budismo tibetano. Con una vasta formación monástica y filosófica tradicional y una educación moderna, este joven lama hace disponible para el mundo actual la profunda sabiduría milenaria del budismo.
Además de ser maestro de filosofía y meditación, el Karmapa es guía espiritual de numerosos monasterios y centros de Dharma de Asia y Occidente; realiza una actividad creadora notable en poesía, pintura, canto litúrgico, artes escénicas y otras áreas del arte clásico tibetano. Está comprometido activamente con la protección ambiental, los derechos de la mujer y la preservación de la cultura tibetana. Su dominio y su estudio de varias lenguas, entre éstas el chino y el inglés, favorecen su vasta actividad como maestro de Dharma de cientos de miles de personas en todo el mundo.
Interconectados es su segundo libro, y en él desarrolla el trabajo iniciado en su anterior libro, El corazón noble, en el que habla de cómo, en un contexto de aparente vacío existencial, el Dharma es una alternativa para vivir aquí y ahora, tomando opciones éticas que conducen a beneficiar a otros seres y así tener una vida significativa.
En Interconectados explora una seria de temas personales, sociales y medioambientales, invitándonos a contribuir para crear un mundo sostenible y compasivo en la era de la conectividad.
El Karmapa nos pone en guardia acerca de lo vulnerables que somos frente a la manipulación y nos previene a ser conscientes del uso de la tecnología, al mismo tiempo que nos desafía a repensar quiénes somos como individuos y cómo nos implicamos con el mundo.
El Karmapa emplea el término Interconectados, como interdependencia. Nuestro mundo interior y el mundo exterior están íntimamente conectados y esta interconexión forma parte también de la interdependencia. Nos muestra que todo lo que existe es una condición que afecta a otras, y que a su vez también se ve afectada, en una vasta y compleja red de causalidad. Felicidad y sufrimiento están tan íntimamente conectados con la felicidad y sufrimiento de los demás. Ningún individuo es totalmente autónomo ni está separado de los demás, todo y todos estamos Interconectados. El Karmapa insiste en que los demás forman parte de nosotros, igual que nosotros somos parte de los demás. Según él ni la justicia social ni la medioambiental son posibles sin cambios significativos en nuestras actitudes, la transformación de nuestro mundo social y material debe comenzar en nuestro interior y para ello es vital comprender nuestra interconexión con los demás.
No hay felicidad sin contar con los demás, tenemos que comprender profundamente que yo y los demás no somos dos cosas totalmente diferentes, que realmente no estamos separados. Tener una sensación profunda de conexión con otros seres, nos permite abrir nuestro corazón, tener en cuenta sus opiniones y compartir experiencias y sentimientos.
Este es el mensaje del Karmapa un maestro budista abierto al mundo actual y que nos dice, en este libro, que desarrollemos una mayor conciencia que nos conduzca a cambios en el comportamiento individual y colectivo, a fin de ayudar a construir una sociedad global que opere conjuntamente para hacer un mundo mejor.
