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Paseo de ronda

Cuando Alcover le enseñó catalán a Chejov

Imma Colomer y Pep Tosar en ´Qui bones obres farà´.

Antón Chejov y Antoni Maria Alcover se conocieron en persona y el filólogo mallorquín le contagió al dramaturgo ruso el deseo de aprender catalán. Así lo imagina Pep Tosar en su espectáculo Qui bones obres farà (el título también procede de la tradición popular de Mallorca), que hasta el 12 de junio se pone en escena en la Sala Petita (lo de "petita" es un decir) del Teatre Nacional de Catalunya. Una aproximación fascinante al universo chejoviano, donde el propio Tosar encarna al autor de La gavina en la espléndida compañía de (entre otros) el gran Miquel Gelabert, la maravillosa Imma Colomer o Mireia Ros, recuperada para los escenarios en esta fábula, triste y divertida, que reivindica el teatro del arte contra la comedia basura.

En la Sala Gran del Nacional continúan representando, también hasta el próximo día 12, el que probablemente sea el espectáculo estrella de la cartelera barcelonesa del momento, Victòria, escrita y dirigida por Pau Miró y con un cuarteto de prodigiosos intérpretes al frente: Emma Vilarasau, Pere Arquillué, Mercè Aránega y Jordi Boixaderas. Esta crónica de la posguerra suena a deseo de revalidar las mieles de Barcelona. No llega a tanto, pero sí es un espectáculo realizado con buen oficio.

Arànega protagonizará en el Festival Grec, que ya está a la vuelta de la esquina (1 al 31 de julio), Neus Català, un cel de plom, sobre texto de Carme Martí adaptado al teatro por Josep Maria Miró y dirigido por el mallorquín Rafel Duran. Arriesgada apuesta la de Albert Arribas con F.R.A.U, montaje de ¡siete horas! en el que interviene la mallorquina Antònia Jaume.

En el Grec del año pasado, Pep Tosar estrenó su Federico García, a partir de textos de Lorca. Un espectáculo que, inexplicablemente, seguimos sin ver por aquí. Sería una manera oportuna de conmemorar las ocho décadas del asesinato del poeta granadino, que, por desgracia, se cumplirán este próximo verano.

La relación de Camilo José Cela, quien en 2016 hubiera cumplido cien años, fue tangencial con el teatro, aunque interesante. Esta tarde (jueves, 2), a las seis, rendiremos homenaje al Premio Nobel de origen gallego en el Passeig del Born, en esta Palma que fue su ciudad durante tantos años, dentro del programa de la Fira del Llibre, con una mesa redonda. Intervendrán su nieta, Camila Cela; los profesores de la Universitat de les Illes Balears y buenos conocedores de la producción celiana y de la personalidad del autor Perfecto Cuadrado y María Payeras (ella mediante un texto escrito, ya que no podrá asistir en persona) y un servidor de ustedes, como moderador. Un bosque del libro: el lugar idóneo para recordar a un escritor.

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