Con la resaca del 1-1 del encuentro frente al Irún que dejó un mal gusto porque al Atlético Baleares se le escaparon dos puntos en el 83, el conjunto dirigido por Jordi Roger ha entrenado esta mañana pensando ya en el partido de la tercera jornada y ha aprovechado la ocasión para presentar al último fichaje del mercado estival, el talentoso centrocampista Lucas de Vega.

El futbolista, que no pudo debutar ayer con la elástica blanquiazul, al no tener ritmo de partido, ha reconocido que se ha adaptado a la perfección en los pocos días que lleva en el club: "Estoy instalado aquí y bien. Hay algunos jugadores que ya conocía y me he adaptado bien con los compañeros".

El jugador ha hablado de objetivos de cara a esta nueva temporada que acaba de arrancar y ha señalado el ascenso como meta: "El objetivo está claro, este club lleva años luchando por subir a Segunda División y yo justamente lo logré con el Cartagena contra ellos y vengo a eso, a que el Baleares también tenga la oportunidad de subir. Las claves son tener un grupo humano bueno, estar unidos y todos luchar por el mismo objetivo".

El mediocentro ofensivo de 22 años que proviene de la cantera del Barça se define como "un jugador al que le gusta tener el balón, asociarse por dentro y ser dinámico", palabras con las que coindice el director deportivo de la entidad blanquiazul, Patrick Messow: "Su llegada responde a un perfil que no teníamos, más ofensivo y que puede jugar en doble pivote, de 8, de 10, o de 6. Con Lucas tenemos el mediocampo completo y competitivo. Era un mercado difícil a última hora para cerrar la plantilla. Tiene más de 50 partidos en la categoría y un ascenso con el Cartagena, esperamos mucho fútbol de él y mucho talento de presente y futuro del Baleares".