Era un secreto a voces tras la derrota ante la Balompédica Linense. El crédito de Xavi Calm ya era minúsculo y tan solo los tres puntos podían salvarle de la quema. El jugoso e implacable premio del ascenso a Segunda, la gran obsesión del Atlético Baleares en las últimas temporadas, ha llevado esta mañana al club a hacer oficial la destitución del técnico catalán. Una decisión que busca un cambio de rumbo para el equipo, que de pelear por el liderato con el Villarreal B ha pasado a estar a un paso de poder quedarse fuera de los puestos de playoff. 

Once meses después de hacerse cargo del equipo finaliza la etapa del técnico de Castellar del Vallés al frente del banquillo del Estadi Balear. Once puntos de los últimos treinta en juego, la debilidad a domicilio y la falta de una idea de juego clara han llevado tanto al director deportivo Patrick Messow como a Ingo Volckmann a prescindir de sus servicios, con la esperanza de que en las trece jornadas que restan para el final el equipo puede aspirar al primer puesto o, en su defecto, llegar en la mejor forma posible al playoff de ascenso.

Eloy Jiménez: El elegido para sustituir al técnico catalán

Eloy Jiménez  se convertirá en el nuevo entrenador del Atlético Baleares hasta final de temporada. El técnico de Hellín (Albacete) ha dirigido entre otros al Lugo, al Fuenlabrada, al Mérida o al UCAM. El club apuesta por un técnico con experiencia en la categoría para darle la vuelta a la situación y reconducir al equipo en su pelea por el ascenso.

Calm llegó como mano derecha de Jordi Roger, que mantiene su cargo en la dirección deportiva, en 2020, para luego ponerse él mismo al frente de la nave tras la ‘recolocación’ de Roger, un movimiento sorprendente, en la secretaría técnica ayudando a Patrick Messow. 

Cogió a un grupo que navegaba a la deriva en la ya extinta Segunda B, que vivía sus últimos coletazos antes de dividirse en las ahora conocidas como Primera y Segunda RFEF. Cumplido el objetivo de mantenerse en el bloque de aspirantes al ascenso a Segunda, el club confió en él para una nueva campaña en la que el objetivo no era otro que el ascenso.  

Y el inicio, con una plantilla ideada para ello, no pudo ser mejor. Hasta la décima jornada no encajó su primera derrota (a domicilio ante el Castellón) y hasta la 15 no lo hizo en casa (frente al Sevilla Atlético), donde se había mostrado muy superior al resto de equipos, con grandes victorias como la lograda ante el Albacete (4-1) en la jornada 2. 

Sin salir ninguna jornada de los puestos de playoff de ascenso, su gran legado en el Atlético Baleares será la gesta lograda en la Copa del Rey. Una competición que le venía dando la espalda al club durante muchísimos años y que esta temporada ha hecho vivir al Estadi Balear noches inolvidables. 

Tras eliminar al Calahorra en una fatídica tanda de penaltis a la que se llegó con un gol en el 120 del portero Xavi Ginard, primero se pasó por la piedra al Getafe con un 5-0 de época, para luego eliminar al Celta (2-1), otro equipo de Primera. Ante el Valencia en octavos (0-1) se puso fin al periplo por el torneo copero. Y aquí fue donde empezó la caída en picado.

Numerosos contagios por covid, lesiones de futbolistas importantes y partidos una vez y otra aplazados parecen haber desdibujado a la plantilla. Desde la jornada 15 a la 25 el equipo tan solo ha sumado 11 puntos de 30 posibles. Un bagaje muy pobre para una plantilla que, tanto por nombre como por presupuesto, está obligada a pelear por ocupar el primer lugar de la tabla cuando acabe la temporada, ya que es la única posición que garantiza un ascenso directo de categoría.  

El equipo, una máquina perfectamente engrasada al inicio, implacable en casa y competitivo a domicilio, ha dejado paso a un grupo dubitativo, incapaz de rendir a domicilio y con serios problemas para amarrar victorias ante su público, lo que le deja con 40 puntos, empatado con el San Fernando y a menos de un partido de distancia de Alcoyano, Nàstic y Castellón. 

El nuevo entrenador, que se espera que se anuncie mañana martes, tiene un duro trabajo por delante para conseguir lograr el objetivo final.