Jordi Roger era ayer un hombre satisfecho. El técnico del Atlético Baleares necesitaba una victoria así de holgada después de tanto sufrimiento. «Ni antes éramos tan malos, ni ahora tan buenos», se apresuró a reconocer el preparador catalán, quien agradeció «contar con el apoyo de Patrick Messow y el presidente» para poder seguir trabajando.

«Hoy (por ayer) miraba el banquillo y era un gusto. Sabía que a quien sacara lo iba a hacer igual de bien o mejor que el que estaba dentro. Eso es un lujo para el entrenador. Cuanta más competencia mejor», reconoció sobre la recuperación de jugadores tan importantes para el plantel como Canario o Alberto Gil.

Roger aseguró desconocer si el club va a realizar alguna incorporación más a lo largo de la semana: «No sé si incorporaremos a alguien más, pero con el equipo que tenemos, si hacemos las cosas bien podemos aspirar a todo. Hay que ir partido a partido, aunque suene a tópico, y ya miraremos dónde estamos a finales de febrero».

Por su parte, Canario reconoció al término del partido que su regreso había sido «la vuelta soñada». «Ahora es cuando te acuerdas de todo el trabajo, de la gente que me ha apoyado, del club, de la afición… Me he encontrado mejor de lo esperado y ha sido un encuentro redondo. Ahora toca descansar y pensar en el partido del miércoles. La primera vuelta no ha sido la esperada y nos toca nadar a contracorriente», aseguró el centrocampista blanquiazul.