El Atlético Baleares quiere sabia nueva en su equipo. El club blanquiazul valora la incorporación del jugador internacional tunecino Änis Ben-Hatira, quien se ejercita estos días a las órdenes de Jordi Roger. El club estudiará su incorporación al equipo, antes del cierre del mercado invernal el próximo 31 de enero.

Änis Ben-Hatira es un extremo ambidiestro de 32 años, que pude jugar en ambas bandas y también de mediapunta. El futbolista atesora una amplia experiencia en la Budesliga, en la que marcó 15 goles y dio 12 asistencias, además de otros 58 en la Bundesliga 2. El futbolista internacional con Túnez ha defendido las camisetas del Hertha BSC Berlín, el Hamburgo SV, el Karlsruher SC o el Eintracht Frácnfort, entre otros.

El paso de Änis Ben-Hatira por la liga alemana está empañado por el despido que sufrió cuando militaba en el Darmstadt en 2017. El club germano rescindió el contrato del jugador tunecino por su “cercanía” a una organización de la minoría radical islámica salafista benéfica, Ansaar Internacional, a la que según parece apoyaba financieramente.

Änis Ben-Hatira, durante el entrenamiento del Baleares, donde está a prueba. ATB

“Tras analizar la situación hemos concluido que no puede mantenerse la colaboración entre ambas partes”, apuntó el presidente del club, Rüdiger Fritsh, en su momento. El club no adoptó medidas legales contra el jugador, con el argumento de que su compromiso en esa organización entra en el ámbito de lo privado.

El propio jugador tachó en su momento lo ocurrido de “escándalo y campaña de difamación” hacia su persona y aseguró y defendió en un mensaje a través de sus redes sociales su vinculación con dicha organización: “Hay pocas personas que puedan asumir una gran responsabilidad y que puedan mirarse cada día al espejo y reconocerse con orgullo. Gracias a Dios yo puedo hacerlo”. Además, defendió el trabajo de Ansaar, que tiene proyectos en Syria, Somalia, Palestina y Afghanistan.

Acusado de cercanía al radicalismo islámico

El paso de Änis Ben-Hatira por la liga alemana está empañado por el despido que sufrió cuando militaba en el Darmstadt en 2017. El club germano rescindió el contrato del tunecino por su «cercanía» a una organización de la minoría radical islámica salafista benéfica, Ansaar Internacional, a la que le acusaban de apoyar económicamente. El jugador lo negó.