El Atlético Baleares busca reordenar su plantilla y ya se ha puesto manos a la obra. El objetivo es ser uno de los tres mejores del Grupo V-A y asegurarse estar en la Segunda B Pro la próxima temporada. Ahora es sextos y está a cuatro puntos del tercer puesto.

El director deportivo Patrick Messow y el entrenador Jordi Roger ya trabajan en el mercado de invierno, en el que el club pretende hacerse con un mediocentro que mejore el juego ofensivo y un delantero que dé alternativas a lo que ya hay.

Pero antes hay que hacer hueco y en el Baleares negocian desde hace una semana las salidas de Kako Sanz y Dani Pichín, jugadores que firmaron el pasado verano para completar una plantilla diseñada para pelear por el ascenso y que no han dado el rendimiento esperado en el club.

En el Estadio Balear se considera que el nivel mostrado por Dani Pichín no va acorde con su coste. El extremo era uno de los jugadores más codiciados de Segunda B. Futbolista desequilibrante y con una notable calidad y visión de juego, solo ha jugado dos partidos completos y ha sido titular en 4 de las 8 jornadas de Liga. Las lesiones le han impedido destacar y sus similares características a las de David Haro y Canario –está previsto que regrese en breve tras su grave lesión–, llevan al club a considerar que no es indispensable. El objetivo es un atacante de otras características.

En cuanto a Kako, el mediocentro no es el tipo de jugador que se buscaba. La dirección deportiva y Roger consideran que se necesita un futbolista que aporte más jerarquía y sea más director de juego que el donostiarra, quien ha visto cómo Alfonso (más defensivo) y Barrera (más organizador) le han quitado minutos: ha participado en 6 partido, 4 desde el banquillo, y no completó los dos en los que fue titular.

No son los únicos que pueden salir. En el Atlético Baleares consideran que hay otros que tampoco están dando el rendimiento esperado, por lo que la dirección deportiva sondea posibles incorporaciones. El mercado de invierno ocupa todo enero y hay tiempo para reordenar la plantilla. Y con el visto bueno, como ya advirtió hace una semana, del presidente Ingo Volckmann: «Vamos a cambiar algunas cosas».