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Raised by wolves: Ciencia ficción que abre mentes y bocas

Hablamos con el creador y los protagonistas de la filosófica pero también salvaje producción de Ridley Scott, una serie donde los androides se preguntan qué significa ser humano. La segunda temporada se ACABA DE ESTRENAR en HBO Max

Amanda Collin (Madre), con los seis niños humanos, en ‘Raised by wolves’.

El paisaje audiovisual actual ofrece una sobreabundancia de opciones, pero tampoco es que sobren las series de ciencia ficción dura. Y menos todavía las series de ciencia ficción dura sobre parejas de androides ateos que reconstruyen la humanidad en un planeta inhóspito mientras se hacen preguntas sobre la necesidad de la espiritualidad.

Por todo esto y algunos violentos placeres, Raised by wolves (HBO Max, segunda temporada desde el viernes 4 de febrero) fue recibida hace dos años como una bendita anomalía por nerds del género, pero también por cualquier espectador receptivo a los desafíos. Aaron Guzikowski (guionista de Prisioneros, de Denis Villeneuve) creó un mundo cargado de ideas, pero también de peligros táctiles y viscerales, donde todo puede pasar. Además de producir, Ridley Scott estableció intensos patrones visuales dirigiendo los dos primeros episodios y pasando después el relevo a gente que lo conoce bien, como su hijo mediano, Luke Scott, director de segunda unidad en varias películas del padre.

Asentamiento tempestuoso

De nuevo, el hombre que nos dio a los memorables replicantes de Blade Runner y los androides de Prometheus y Alien: Covenant volvía a explorar la posible humanidad de la inteligencia artificial. «Yo me inclinaría a hablar de humanidad a secas», dice el creador Guzikowski en junket virtual. «La serie trata sobre qué significa ser humano, con la peculiaridad de que son androides los que se hacen esa pregunta. Están empezando a tener emociones humanas y no saben cómo procesarlas. Los seres humanos no nos hacemos según qué preguntas porque no parece necesario: somos como somos, siempre hemos tenido emociones. En el caso de los androides, cada emoción parte de una decisión... o eso parece».

Al comienzo de Raised by wolves, los androides Madre (Amanda Collin) y Padre (Abubakar Salim) llegan al inhóspito planeta Kepler-22b con la misión de convertir seis embriones congelados en un nuevo amanecer ateo de la raza humana. En la Tierra apenas quedan humanos tras la gran guerra entre ateísmo y mitraísmo (religión mistérica de la era del Imperio romano que aquí rima bastante con cristianismo), que aunque acabó ganando perdió la carrera por plantar primero la bandera en Kepler-22b.

Si no han visto la serie, mejor sáltense este párrafo. Toca recordar cómo Madre masacró a la tripulación del arca mitraica y acogió en su seno a algunos hijos de aquellos para criarlos junto al único niño superviviente de su propio experimento, el rebelde Campion (Winta McGrath). Y cómo, en realidad, bajo la piel de los mitraicos Marcus (Travis Fimmel) y Sue (siempre excelente Niamh Algar) se escondían un par de viejos ateos transformados por la más inquietante operación de cirugía estética.

En la segunda temporada, Madre y Padre, junto a su grupo de seis chavales humanos, se unen a una colonia atea de reciente formación en la misteriosa zona tropical. Los chicos no dejan de crecer y hacer cosas que Madre, una madre helicóptero en más de un sentido (puede volar), es incapaz de controlar. «La Madre del principio, muy ingenua, creía tener todo bajo control y que la misión iba a salir bien», explica la actriz Amanda Collin. «Tenía una perspectiva casi adolescente de las cosas. Ahora es como si Madre hubiera llegado a la veintena y entendiera que la vida no es, por desgracia, como ella creía que iba a ser. Ha empezado a tener problemas y no lidiar con ellos; a suprimir cosas, suprimir sentimientos. Nada más humano que todo eso».

Con la actriz de ‘Censor’

En la interpretación de Collin como Madre, casi puro baile interpretativo, reside gran parte de la fascinación emotiva de Raised by wolves. Pero también está la dolorosa soledad de la Sue de Niamh Algar, actriz irlandesa convertida en rostro importante del cine y la televisión de género; además de por Raised by wolves, se la recuerda por el thriller Calm with horses y como exquisita protagonista de la revelación del terror reciente Censor. «Me encantan los thrillers, el terror y la ciencia ficción, pero también ha sido todo un poco casual», comenta Algar. «Lo que más me importa es la historia. Y, después, todo lo que la envuelva a nivel creativo. Crecí viendo las películas de Ridley Scott. No debí ver Alien de pequeña, pero la vi. Y ver a esa protagonista femenina tan poderosa, con tanta responsabilidad, me inspiró mucho», añade.

Veterano inquieto donde los haya, Scott tuvo la idea de convencer al productor electrónico Ben Frost para participar en la banda sonora. «Ridley había visto otra serie con música de Frost [¿quizá Dark?] y quiso unirlo al equipo», explica Guzikowski. «Nos importa mucho cómo se mezclan sonido e imágenes, y lo primero incluye no solo la música, sino también el diseño de sonido. Para nosotros, hacer esta serie es casi como dar forma a una gigantesca sinfonía en la que cada pequeño elemento debe armonizar con todos los demás».

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