El deporte dejó de ser desde hace tiempo una exclusividad masculina, sea la disciplina que sea, rompiéndose muchos estereotipos sexistas y barreras ancladas en el pasado. El arbitraje no ha quedado exento ni atrás en este necesario progreso hacia la igualdad de género y de cada vez son más las mujeres árbitro. Ahora ver a una mujer en un terreno de juego o un pabellón impartiendo justicia en un encuentro deja de ser una rareza y una circunstancia insólita para el público y los jugadores y entrenadores presentes. Esa notoriedad de las mujeres en este plano es una buena noticia, y máxime en un mundo que sigue dominado, aunque menos, por la figura del hombre. Con féminas dirigiendo partidos en la Liga de Campeones de fútbol y en la NBA y ACB en baloncesto, Baleares tampoco ha quedado exenta de esta explosión de nuevas árbitras y ha duplicado el número de las que había antes de la pandemia.
Nueve de las 14 árbitras que actualmente tiene la FBIB posan en el pabellón de Sant Josep.
J. V.
El deporte dejó de ser desde hace tiempo una exclusividad masculina, sea la disciplina que sea, rompiéndose muchos estereotipos sexistas y barreras ancladas en el pasado. El arbitraje no ha quedado exento ni atrás en este necesario progreso hacia la igualdad de género y de cada vez son más las mujeres árbitro. Ahora ver a una mujer en un terreno de juego o un pabellón impartiendo justicia en un encuentro deja de ser una rareza y una circunstancia insólita para el público y los jugadores y entrenadores presentes. Esa notoriedad de las mujeres en este plano es una buena noticia, y máxime en un mundo que sigue dominado, aunque menos, por la figura del hombre. Con féminas dirigiendo partidos en la Liga de Campeones de fútbol y en la NBA y ACB en baloncesto, Baleares tampoco ha quedado exenta de esta explosión de nuevas árbitras y ha duplicado el número de las que había antes de la pandemia.
Irene Trenzano, Caterina Chacopino, Laura Caracena e Irene Puig son las nuevas colegiadas.
J. V.
El deporte dejó de ser desde hace tiempo una exclusividad masculina, sea la disciplina que sea, rompiéndose muchos estereotipos sexistas y barreras ancladas en el pasado. El arbitraje no ha quedado exento ni atrás en este necesario progreso hacia la igualdad de género y de cada vez son más las mujeres árbitro. Ahora ver a una mujer en un terreno de juego o un pabellón impartiendo justicia en un encuentro deja de ser una rareza y una circunstancia insólita para el público y los jugadores y entrenadores presentes. Esa notoriedad de las mujeres en este plano es una buena noticia, y máxime en un mundo que sigue dominado, aunque menos, por la figura del hombre. Con féminas dirigiendo partidos en la Liga de Campeones de fútbol y en la NBA y ACB en baloncesto, Baleares tampoco ha quedado exenta de esta explosión de nuevas árbitras y ha duplicado el número de las que había antes de la pandemia.
Marta Seguí, Laura Reus, Susana Gallego, Sara Godoy y Neus Maestre son las más expertas, con experiencia en campeonatos nacionales o categorías FEB.
J. V.
El deporte dejó de ser desde hace tiempo una exclusividad masculina, sea la disciplina que sea, rompiéndose muchos estereotipos sexistas y barreras ancladas en el pasado. El arbitraje no ha quedado exento ni atrás en este necesario progreso hacia la igualdad de género y de cada vez son más las mujeres árbitro. Ahora ver a una mujer en un terreno de juego o un pabellón impartiendo justicia en un encuentro deja de ser una rareza y una circunstancia insólita para el público y los jugadores y entrenadores presentes. Esa notoriedad de las mujeres en este plano es una buena noticia, y máxime en un mundo que sigue dominado, aunque menos, por la figura del hombre. Con féminas dirigiendo partidos en la Liga de Campeones de fútbol y en la NBA y ACB en baloncesto, Baleares tampoco ha quedado exenta de esta explosión de nuevas árbitras y ha duplicado el número de las que había antes de la pandemia.
Las 14 colegiadas posan junto a un equipo infantil del Sant Josep en el pabellón colegial.
J. V.
El deporte dejó de ser desde hace tiempo una exclusividad masculina, sea la disciplina que sea, rompiéndose muchos estereotipos sexistas y barreras ancladas en el pasado. El arbitraje no ha quedado exento ni atrás en este necesario progreso hacia la igualdad de género y de cada vez son más las mujeres árbitro. Ahora ver a una mujer en un terreno de juego o un pabellón impartiendo justicia en un encuentro deja de ser una rareza y una circunstancia insólita para el público y los jugadores y entrenadores presentes. Esa notoriedad de las mujeres en este plano es una buena noticia, y máxime en un mundo que sigue dominado, aunque menos, por la figura del hombre. Con féminas dirigiendo partidos en la Liga de Campeones de fútbol y en la NBA y ACB en baloncesto, Baleares tampoco ha quedado exenta de esta explosión de nuevas árbitras y ha duplicado el número de las que había antes de la pandemia.
El deporte dejó de ser desde hace tiempo una exclusividad masculina, sea la disciplina que sea, rompiéndose muchos estereotipos sexistas y barreras ancladas en el pasado. El arbitraje no ha quedado exento ni atrás en este necesario progreso hacia la igualdad de género y de cada vez son más las mujeres árbitro. Ahora ver a una mujer en un terreno de juego o un pabellón impartiendo justicia en un encuentro deja de ser una rareza y una circunstancia insólita para el público y los jugadores y entrenadores presentes. Esa notoriedad de las mujeres en este plano es una buena noticia, y máxime en un mundo que sigue dominado, aunque menos, por la figura del hombre. Con féminas dirigiendo partidos en la Liga de Campeones de fútbol y en la NBA y ACB en baloncesto, Baleares tampoco ha quedado exenta de esta explosión de nuevas árbitras y ha duplicado el número de las que había antes de la pandemia.