Víbora, chiquita, dormilona, sacarla por tres… Términos cada vez más habituales en España y que comparten un mismo origen: el pádel, el deporte de moda que año a año va atrayendo fieles a un ritmo imparable y al que no se conoce techo. Una modalidad deportiva ‘nueva’ y que hasta 1994 no contó con federados en el país, siendo ahora uno de los deportes con mayor número de licencias. Al abrigo de la postpandemia del coronavirus y sus fases de desescalada, ha visto cómo su crecimiento se ha disparado hasta alcanzar cotas inimaginables a principio de siglo.
Partido amateur entre amigos en las pistas del club Padel Nets.
Tip Films
Víbora, chiquita, dormilona, sacarla por tres… Términos cada vez más habituales en España y que comparten un mismo origen: el pádel, el deporte de moda que año a año va atrayendo fieles a un ritmo imparable y al que no se conoce techo. Una modalidad deportiva ‘nueva’ y que hasta 1994 no contó con federados en el país, siendo ahora uno de los deportes con mayor número de licencias. Al abrigo de la postpandemia del coronavirus y sus fases de desescalada, ha visto cómo su crecimiento se ha disparado hasta alcanzar cotas inimaginables a principio de siglo.
Torneo celebrado en el Pins Padel.
B. Ramon
Víbora, chiquita, dormilona, sacarla por tres… Términos cada vez más habituales en España y que comparten un mismo origen: el pádel, el deporte de moda que año a año va atrayendo fieles a un ritmo imparable y al que no se conoce techo. Una modalidad deportiva ‘nueva’ y que hasta 1994 no contó con federados en el país, siendo ahora uno de los deportes con mayor número de licencias. Al abrigo de la postpandemia del coronavirus y sus fases de desescalada, ha visto cómo su crecimiento se ha disparado hasta alcanzar cotas inimaginables a principio de siglo.
El pádel, un deporte al alcance de todos.
B. Ramon
Víbora, chiquita, dormilona, sacarla por tres… Términos cada vez más habituales en España y que comparten un mismo origen: el pádel, el deporte de moda que año a año va atrayendo fieles a un ritmo imparable y al que no se conoce techo. Una modalidad deportiva ‘nueva’ y que hasta 1994 no contó con federados en el país, siendo ahora uno de los deportes con mayor número de licencias. Al abrigo de la postpandemia del coronavirus y sus fases de desescalada, ha visto cómo su crecimiento se ha disparado hasta alcanzar cotas inimaginables a principio de siglo.
Ariadna Cañellas, mallorquina que ocupa el puesto 42 del ranking WPT.
WPT
Víbora, chiquita, dormilona, sacarla por tres… Términos cada vez más habituales en España y que comparten un mismo origen: el pádel, el deporte de moda que año a año va atrayendo fieles a un ritmo imparable y al que no se conoce techo. Una modalidad deportiva ‘nueva’ y que hasta 1994 no contó con federados en el país, siendo ahora uno de los deportes con mayor número de licencias. Al abrigo de la postpandemia del coronavirus y sus fases de desescalada, ha visto cómo su crecimiento se ha disparado hasta alcanzar cotas inimaginables a principio de siglo.
Clase particular, una opción cada vez más popular.
A. C.
Víbora, chiquita, dormilona, sacarla por tres… Términos cada vez más habituales en España y que comparten un mismo origen: el pádel, el deporte de moda que año a año va atrayendo fieles a un ritmo imparable y al que no se conoce techo. Una modalidad deportiva ‘nueva’ y que hasta 1994 no contó con federados en el país, siendo ahora uno de los deportes con mayor número de licencias. Al abrigo de la postpandemia del coronavirus y sus fases de desescalada, ha visto cómo su crecimiento se ha disparado hasta alcanzar cotas inimaginables a principio de siglo.
Cañellas, junto a su padre y entrenador Tolo Cañellas.
A. C.
Víbora, chiquita, dormilona, sacarla por tres… Términos cada vez más habituales en España y que comparten un mismo origen: el pádel, el deporte de moda que año a año va atrayendo fieles a un ritmo imparable y al que no se conoce techo. Una modalidad deportiva ‘nueva’ y que hasta 1994 no contó con federados en el país, siendo ahora uno de los deportes con mayor número de licencias. Al abrigo de la postpandemia del coronavirus y sus fases de desescalada, ha visto cómo su crecimiento se ha disparado hasta alcanzar cotas inimaginables a principio de siglo.
El torneo Diario de Mallorca celebra este año su vigésima edición.
DM
Víbora, chiquita, dormilona, sacarla por tres… Términos cada vez más habituales en España y que comparten un mismo origen: el pádel, el deporte de moda que año a año va atrayendo fieles a un ritmo imparable y al que no se conoce techo. Una modalidad deportiva ‘nueva’ y que hasta 1994 no contó con federados en el país, siendo ahora uno de los deportes con mayor número de licencias. Al abrigo de la postpandemia del coronavirus y sus fases de desescalada, ha visto cómo su crecimiento se ha disparado hasta alcanzar cotas inimaginables a principio de siglo.
Carol Foresti, profesora del Pins Padel.
C. C.
Víbora, chiquita, dormilona, sacarla por tres… Términos cada vez más habituales en España y que comparten un mismo origen: el pádel, el deporte de moda que año a año va atrayendo fieles a un ritmo imparable y al que no se conoce techo. Una modalidad deportiva ‘nueva’ y que hasta 1994 no contó con federados en el país, siendo ahora uno de los deportes con mayor número de licencias. Al abrigo de la postpandemia del coronavirus y sus fases de desescalada, ha visto cómo su crecimiento se ha disparado hasta alcanzar cotas inimaginables a principio de siglo.
Víbora, chiquita, dormilona, sacarla por tres… Términos cada vez más habituales en España y que comparten un mismo origen: el pádel, el deporte de moda que año a año va atrayendo fieles a un ritmo imparable y al que no se conoce techo. Una modalidad deportiva ‘nueva’ y que hasta 1994 no contó con federados en el país, siendo ahora uno de los deportes con mayor número de licencias. Al abrigo de la postpandemia del coronavirus y sus fases de desescalada, ha visto cómo su crecimiento se ha disparado hasta alcanzar cotas inimaginables a principio de siglo.