Una familia de paranormales que tiene al cabeza de familia ingresado en el hospital de La Plana ha conseguido que un juez obligue al hospital a administrar ozonoterapia, una cosa que no está admitida por la ciencia seria ni, por supuesto, entra dentro de la cartera de servicios de la asistencia hospitalaria pública. Pero como vivimos en el país de Los Tontos y tenemos a los jueces que se nos han venido arriba, pues pasa lo que pasa. Que nadie se extrañe si, con los mismos argumentos, un juez sabio de estos (porque son muy sabios para conocer lo que la ciencia aún ignora) puede obligar a que un hospital administre el famoso -por su toxicidad- óxido de cloro o, ¿por qué no?, la imposición de manos -espero que administrada por el magistrado correspondiente-. Perder la confianza en los políticos, paso 1; en los jueces, paso 2... ¿paso 3?
