La ciencia no es democrática
Veía yo el otro día un informativo televisivo. De esos que duran media hora. Diecisiete minutos del mencionado informativo se dedicaron a los asuntos del coronavirus, ocho se dedicaron a diferentes hazañas deportivas, quedando cinco para el resto de cosas que suceden en el planeta. Concluye uno, con afán autocrítico, que esto de la covid-19 ha venido muy bien a algunos, que no tienen que preocuparse de buscar y redactar otro tipo de noticias. Eso sí, das una patada a una piedra y te sale un epidemiólogo o un negacionista. Intentaba yo desasnar hace unos días a un imbécil (es un diagnóstico, no un insulto) de esta última variedad que, hablando de la epidemia, decía que yo no sabía debatir opiniones. Le dije que no, que no sé ni pienso saber. La ciencia, afortunadamente, no es ni tiene que ser democrática. Estaríamos apañados.