Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Brindis | Con poca vida social en Mallorca

12

Brindis | Con poca vida social en Mallorca

Cómo cambia la vida social en apenas unas semanas. No hace ni un mes que se podía celebrar una comida con amigos en el interior de un restaurante, aunque fuera con los más cercanos, para intercambiar regalos de Navidad y cumpleaños; ahora nos suena todo, raro, sombrío y muy lejano. Las cifras de contagiados en Baleares sigue creciendo y el ritmo de vacunación nos suena insuficiente, pero lo que está en nuestra mano lo continuamos haciendo: levantarnos para trabajar, tomar las medidas sanitarias oportunas, lavado de manos, distancia y mascarilla en todo momento; en resumen, intentar no contagiar, ni contagiarnos. 

Con las normas sanitarias que tenemos en las islas se hace muy difícil celebrar fiestas, exposiciones o conciertos. Salas como Es Gremi, Auditòrium o Trui Teatre, con tristeza posponen sus eventos a la espera de mejores tiempos, ¡es una pena! Sé que lo escribo cada semana, y que ustedes estarán cansados de leer la misma retahíla de disgustos. Los restauradores protestan, los del ocio nocturno protestan, los sanitarios piden medidas más restrictivas, los hoteleros dan la Semana Santa por perdida... pero ante tanto color gris oscuro de pesadumbre, aquí llegamos nosotros, desde estas páginas del Brindis para dar un poco de color frívolo, desde Diario de Mallorca informando de lo que acontece en la poca vida social de Mallorca. 

Una noche mágica llena de regalos

Todos, desde pequeños, la noche del 5 de enero hemos dejado los zapatos en la ventana, en la chimenea o detrás de la puerta y nerviosos nos íbamos a dormir. A la mañana siguiente despertábamos y bajando rápido de la cama revisábamos nuestra pequeña trampa atrapa-regalos. Junto a los zapatos aparecían numerosas cajas con papel de regalo que escondían los deseos de semanas o meses anteriores. Desenvolvíamos con ansia y sorpresa aquellos presentes mientras recordábamos cómo la tarde anterior habíamos cruzado miradas con Melchor, Gaspar y Baltasar en la cabalgata de nuestra ciudad; les hacíamos entender, entre el frío y la lluvia de caramelos, cuánto deseábamos esos regalos y esperábamos que no se equivocaran de casa al entregarlos.

Este año los niños y niñas de la isla se merecían que en la noche más mágica del año se mantuviera, a pesar de la covid-19, la sonrisa y la ilusión que ilumina sus rostros en la Noche de Reyes. SS.MM dispusieron de una amplia cobertura de carrozas en toda Mallorca para poder llegar a todos los hogares posibles. Nosotros pudimos acompañarlos al pueblo de Andratx, donde recorrieron cada una de sus calles y casas repartiendo los regalos que los niños pidieron hace semanas en sus cartas.

Junto a los pajes reales, vestidos y pintados de verde, ataviados con su correspondiente mascarilla mágica, Xisca Castell, Katia Rouarch y Malén Castell aparecieron los tres Reyes Magos en las calles del pueblo. Kinga y David acompañaron a su hijo Alexander, que sorprendido recibía su primer regalo de la noche, Alejandra y un dormido Salva fueron obsequiados con una gran caja roja junto a su madre Malena Coll. Jesús Carreño, Gloria María Rodríguez con sus hijos Ezequiel y Eric en pijama invernal saludaban a SS.MM desde la puerta de su casa. Arianna recibió́ nerviosa su regalo acompañada de su perrita Almendra y sus familiares, Melanie Baron, Ricardo Figuerola y Daniel Grimalt. La pequeña comitiva real continuaba por la calles de Andratx llamando puerta por puerta para entregar sus regalos como los presentes que trajeron a Joan y Pau que, pegados a su madre Estefanía Ferrat, sonreían bajo la mascarilla. Los paquetes poco a poco iban desapareciendo en manos de sus legítimos dueños, como los de Emma y Álex que, con Manuel Galán, recibieron su correspondiente regalo.

Algunos niños, este año, no tuvieron que esperar toda una noche de sueños para recibir sus presentes.

Una palabras que hacen un buen texto teatral

Los autores Clara Ingold, Bernat Molina, Joana Castell y Miquel Costa compitieron durante dos semanas en la séptima edición del Torneig de Dramatúrgia de Balears en el teatro municipal Mar i Terra, con textos inspirados en la pandemia. El público asistente al Teatre Mar i Terra pudo ser partícipe votando con la ayuda de una aplicación móvil en los días que se celebraron las semifinales y la final. Este reconocido certamen esta impulsado por el actor y director de Produccions de Ferro, Toni Gomila, y está inspirado en el Torneig de Dramatúrgia de Girona, donde varios dramaturgos isleños han ganado.

Los autores tuvieron dos meses para escribir sobre cualquier tema, pero todos coincidieron en el momento actual de pandemia en la que vive el mundo. Los actores y actrices elegidos para interpretar las ficciones se encontraron con los autores solo tres horas antes de la función.

El público asistió al teatro escalonadamente y cumpliendo todas las medidas sanitarias exigidas hasta el momento, mascarilla, limpieza de manos y códigos QR para votar al texto que más gustara. Entre los asistentes Marina Bayón, Rafael Garcíes, Manuela Mena, Elean Scarafile, Bea Rodado, Sonia Juareste y Marina Suari.

Compartir el artículo

stats