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Artículos de broma

Illa es sus modales

Salvador Illa iba a ser ministro de nada, pero el covid 19 le llevó al telediario continuo. Este hombre dibujado a pincel con tinta china, que tiene gafas de marco de fotografía, aire tristón para ocultar la sonrisa de conejo y que habla recto con gesto torcido, viste un traje y una contención de ministro suarista de las primeras temporadas de Cuéntame. Desde su cadena televisiva perpetua salta del ministerio a la candidatura del PSC para las elecciones catalanas que serán el 14 de febrero, si la pandemia lo permite.

Illa no puede ofrecer a España una gestión sanitaria eficaz de la pandemia, pero sí una compostura a Cataluña a prueba de coronavirus infeccioso y político y no es poca cosa como contraste después de una sucesión de presidentes tragicómicos, con su algo cínico de pícaros con la ley y su tanto emocional de capitanes atados al timón del romanticismo nacionalista desafiando la tormenta.

En el panorama político nacional, los 300 días de compostura estoica sostenida de Illa han llamado la atención comparados con la gritería de la bancada, los desaires de la tribuna y la destemplanza de las declaraciones. Ha sido como un silencio en una sinfonía. Muchos lo han atribuido a que haya estudiado Filosofía, pero es por desconocimiento de los filósofos. No es la filosofía, es el carácter frío lo que hace tan raro a Illa en un país donde la oratoria política está copiada de la charranería de la taberna y de los ataques de cuernos en la corrala.

Illa tiene otros modales, pero es muy político, tanto que sintonizó con Ábalos, que ha sido jefe de gabinete, que no suelta el puesto de secretario de organización del PSC, que no deja ver nada que no sea su imagen pública con ese traje que es la funda del ministro y que es capaz de negar con frialdad de espía ruso a la pregunta directa de si va a ser candidato del PSC a las elecciones, 24 horas antes del anuncio oficial. Veremos qué candidato resulta este catalanista no independentista que se ofrece como president aburrido para una comunidad llevada al borde del ataque de nervios.

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