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Cuando los famosos posaban en Mallorca

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Cuando los famosos posaban en Mallorca

Hubo una época en que los famosos de prestaban a posar, a salir del hotel y buscar un entorno más adecuado para ser fotografiados. O que, conscientes del daño que les podía conllevar una mala foto, accedían a pararse y mostrar una sonrisa ante la cámara... Muchas de esas historias están detrás de las imágenes que Torrelló captó durante décadas como fotógrafo de prensa en Diario de Mallorca y que están recogidas en 50 anys de celebrities a Mallorca, libro editado por Dolmen.

«Ahora entras, haces una foto y te vas. La relación con el personaje no existe», comenta Joan Llompart, Torrelló, sobre la diferencia de la época que él ha plasmado en su último libro y la actualidad. Claro que él tenía un «truco» para ganarse al famoso y poder hacerle una foto diferente, llevaba a la cita un ejemplar del periódico, para que el personaje viera a qué tamaño iba a salir su imagen. «El Diario publicaba en las páginas centrales fotos a seis columnas. Yo se lo enseñaba y esto siempre me ha dado éxito», cuenta el decano de los fotógrafos de prensa en Mallorca. Fue la táctica que utilizó, por ejemplo, con el grupo Mecano, número uno del panorama musical en 1985, cuando Torrelló les convenció para ir hasta el bosque de Bellver y fotografiarles en un entorno diferente.

La imagen de Bill Clinton sonriendo, acompañado por su hija, Chelsea, saludando desde un velero en 1997 dista mucho de la Michelle Obama que huía de los fotógrafos en Mallorca el año pasado. Y de tantas celebrities que han recalado en la isla buscando el anonimato.

No fue el caso de Julio Iglesias en agosto de 1983. El cantante se para y mira a cámara antes de subir al coche, saliendo del hotel durante su visita a la isla para ofrecer el que sería su primer concierto en España después de siete años de ausencia de los escenarios patrios. 

Torrelló guarda miles y miles de fotografías en su archivo «perfectamente desorganizado». Para seleccionar las que contiene su último libro se ha guiado por «la ilusión de la gente que compre el libro», escogiendo las fotos que ha considerado que podrían gustar más, «sin pensar en cuál puede estar mejor o peor». «Siempre he dicho que en prensa, una foto mala a seis columnas la mira todo el mundo. En cambio, una buena foto, a una columna, nadie», ahonda sobre esta cuestión.

Entre esas miles de fotografías hay muchas robadas, las que Torrelló hacía para asegurarse que tendría al menos una para publicar en el diario. Luego, «con una educación exagerada», intentaba convencer al famoso para que posase y casi siempre obtenía un sí por respuesta.

En ocasiones, esa primera foto provocaba que la celebrity fuera la primera interesada en repetir el reportaje. Fue el caso de la estrella de Hollywood Zsa Zsa Gabor, en 1968. Torrelló la fotografió acudiendo a declarar al juzgado, después de haber intentado abandonar el hotel Son Vida sin pagar la factura y, según trascendió, abofetear a un policía cuando la detuvieron en un avión rumbo al extranjero. La actriz fue pillada por la cámara en un estado nada glamuroso, en zapatillas, teniendo que ser asistida para caminar... La siguiente imagen que ofreció esta diva del cine fue muy diferente, en la Sociedad Protectora de Animales y Plantas, recuerda Torrelló, donde adoptó dos perros. Y se prestó a posar sonriente para borrar el recuerdo de su frustrada fuga.

Desde las páginas de 50 anys de celebrities a Mallorca, el lector también se encuentra con la mirada directa de Camilo Sesto, posando con su hijo, o junto a Manolo de la Calva, la mitad del Dúo Dinámico, en plenas vacaciones. 

Los grandes entre los grandes visitaron la isla y Torrelló los inmortalizó. «Siempre he intentado hacer fotos que no se podrían encargar ni repetir», explica de sus años de fotógrafo de prensa. Louis Armstrong, posando en el nightclub Tagomago; Jimi Hendrix, en plena actuación en la discoteca Sgt. Peppers; un joven Tom Jones a bordo de un taxi; Sandie Shaw, con la catedral de fondo; Charles Aznavour, ensayando para su concierto en Tito’s, Herbert von Karajan, invitado a la inauguración del Auditòrium... La década de los 60 atrajo a numerosas primeras figuras de la música.

Pero personajes relevantes de otros campos también han visitado Mallorca. El Nobel de Medicina Severo Ochoa hizo turismo y fotografió el paisaje mallorquín desde el tren de Sóller. Otro Nobel de Literatura, el escritor Miguel Ángel Asturias, pasó unos días en la isla poco después de recibir el premio. Rigoberta Menchú, también galardonada con Nobel de la Paz, y, por supuesto, Camilo José Cela, Nobel de Literatura, quien residió durante años en Palma, engrosan esta lista de famosos.

Un jovencísimo Rafa Nadal posa con su tío Toni, antes de comenzar su impresionante carrera deportiva en 2003. Severiano Ballesteros, otro campeón a nivel mundial, participó en un torneo de golf en Son Ferrer. El tenista Boris Becker, quien llegó a tener casa en Artà, coincidió con su compatriota Claudia Schiffer, también con residencia familiar en la isla.

Isabel II, reina de Inglaterra, Lady Di y Carlos, Farah Diba, Soraya de Persia, Hussein y la reina Noor de Jordania, el Aga Khan Karim al-Hussayn y Salimah forman parte del listado de la realeza que ha desembarcado en Mallorca y que han salido de ese archivo fotográfico perfectamente desorganizado para formar parte de 50 anys de celebrities a Mallorca.

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