Necesito detenerme un momento y consultar en la RAE el significado de una determinada palabra que creo, en días como hoy la tenemos más olvidada que nunca: “Educado: que tiene buena educación o urbanidad. Educación: Cortesía (en su cuarta acepción)”. Se preguntarán que a qué viene este breve paseo por el diccionario. Si me lo permiten, se lo voy a explicar. ¿Saben esa expresión que dice lo de “dime de qué presumes y te diré de qué careces?”. Pues está muy claro. No se puede ir por la vida presumiendo de modales, de elegancia y valores aristocráticos mientras se hace, dice y escribe justo lo contrario. En vez de enriquecernos con las diferencias, de inspirarnos los unos en los otros y en apoyar el talento local, hay quien pierde el tiempo en presumir y envidiar aunque se intente negar. Y a esa actitud yo la defino como vulgar. Menos mal, que el tiempo, coloca a todo el mundo en su lugar.
Brindis: El amor, la educación y otras cosas mundanas
Necesito detenerme un momento y consultar en la RAE el significado de una determinada palabra que creo, en días como hoy la tenemos más olvidada que nunca: “Educado: que tiene buena educación o urbanidad. Educación: Cortesía (en su cuarta acepción)”. Se preguntarán que a qué viene este breve paseo por el diccionario. Si me lo permiten, se lo voy a explicar. ¿Saben esa expresión que dice lo de “dime de qué presumes y te diré de qué careces?”. Pues está muy claro. No se puede ir por la vida presumiendo de modales, de elegancia y valores aristocráticos mientras se hace, dice y escribe justo lo contrario. En vez de enriquecernos con las diferencias, de inspirarnos los unos en los otros y en apoyar el talento local, hay quien pierde el tiempo en presumir y envidiar aunque se intente negar. Y a esa actitud yo la defino como vulgar. Menos mal, que el tiempo, coloca a todo el mundo en su lugar.
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