Asistí junto a Mònica Terribas a una cena en la institución más importante de España. Suponía que la presentadora hoy dimisionaria de El Matí de Catalunya Ràdio estaba acostumbrada a los compromisos insalubres. De hecho, se había mostrado exquisita durante la sesión de tortura en una mesa con Baltasar Porcel o Màrius Carol, pero a la salida casi me agarró por las solapas:
—¿A qué venía todo este montaje?, ¿no te ha parecido un asqueroso paripé publicitario?
El ansia de pureza, la defensa de los principios, la incapacidad de engañarse que explica su partida tras cumplir otro ciclo de siete años. Estas facetas explican que cada migración laboral de Terribas equivalga a un conflicto de Estado. Con perspectiva, es curioso que aquella noche también matizara que "no soy independentista", en medio de una defensa cerrada de la lengua catalana.
Ni Terribas puede evitar una traición esporádica a sus principios, pero se siente obligada a reconocer el traspié. Por eso, en una ocasión en que encareció por exigencias del guion a un personaje más tenebroso que claroscuro, también preguntó a continuación:
-¿No crees que me he pasado un poco?
Pues sí, pero sigue siendo una profesional impresionante. Lo descubrí en 2006, cuando me entrevistó durante su ciclo de siete años al frente de La nit al dia, en TV3. Pocas veces he visto ese despliegue de conocimiento de la asignatura mediática pero, ante todo, me impresionó el silencio cartujo que reinaba en el estudio, la posición castrense de firmes de los cámaras, esa vocación de perfección.
Tras la victoria del tercer Pacte de Progreso, la periodista barcelonesa grabó en 2015 un programa de El Matí en el Consolat. Me invitó a participar de la retractación que obtuvo de Biel Company:
-Yo no hubiera aprobado el TIL ni la Ley de Símbolos de Bauzá.
Ahora viene nuestro desencuentro en directo. Poco después del programa del Consolat, se celebraron las elecciones catalanas de la gran ruptura, y Terribas volvió a invitarme a El Matí. Mi imprudencia:
-¿Por qué Raül Romeva no es president, si encabeza la lista electoral?
Terribas respondió por alusiones:
-Porque algunos han decidido sacrificarse y quedar en segunda línea.
Ya hablaba del procés en primera persona, pero sigo siendo un incondicional. Su actitud te obliga a dar lo mejor de ti mismo. No hay muchos periodistas como Terribas. Perdón, no hay periodistas como Terribas.